[6] Aunque no realizó estudios universitarios, Quiroga acudía de forma libre a clases que le interesaban y durante varios años trabajó diariamente en sus novelas y escritos, unas cuatro o cinco horas.
[1] Quiroga no tuvo hijos y vivió a caballo entre Madrid y el pazo de Cea, en Nigrán (Pontevedra) donde sufrió una fractura de cadera que hizo que la hospitalizaran en La Coruña.
Un par de años después, se mudó a Madrid, coincidiendo con la publicación de su siguiente novela, Viento del Norte (1951), historia que narra las relaciones entre una joven sirvienta y su anciano señor y que fue galardonada con el Premio Nadal 1950.
Al año siguiente, 1952, volvió a las librerías con su tercera entrega literaria, La sangre, obra que según sus editores “la consagró definitivamente como una novelista extraordinaria por su estilo delicado y expresivo y el interés de los problemas que trata”.
[1] Poco tiempo después, en 1954, Quiroga publicó su cuarta obra, Algo pasa en la calle, en la que trajo una nueva forma de novelar.
En ella el lector debe esforzarse para identificar la voz de cada personaje, entender la novela y situar todos los acontecimientos en la línea temporal.
Olegaria Dieste cayó enferma al casarse Alfonso Daniel Rodríguez Castelao (de quien estaba enamorada) con Virxinia Pereira.
[15] Rafael Lapesa describió en su respuesta en la RAE el estilo y lenguaje de Quiroga como innovador ya que Quiroga renovaba continuamente los materiales lingüísticos que usaba, buscando palabras exactas aunque no existieran.
Su exactitud terminológica le hacía dar un giro semántico inesperado a las acciones, que así cobraban un sentido nuevo.
[15] Junto a las otras autoras hace hincapié en los estragos que una educación diferenciadora deja en sus personajes.
La trama de estas novelas está centrada en un personaje femenino inconformista, denominado por Carmen Martín Gaite la “chica rara”, que está muy lejos de cumplir con esa imagen.
Fue la segunda mujer que se incorporó a la docta casa, después de Carmen Conde, quien ingresó en 1978.