Tuvo una gran amistad con Miguel de Unamuno quien –según el propio Zunzunegui– sería el autor que más le influyó.Su visión del mundo es más bien pesimista, aunque suavizada a veces por el humor, como sucede en La úlcera, que se aparta de su realismo habitual.Las novelas publicadas hasta 1950 se ambientan preferentemente en Bilbao y sus alrededores, mientras que a partir de esa fecha el escenario principal es Madrid.)En densidad humana, en intuición y brío narrativo, en alegría de contar Zunzunegui es un novelista que sólo admite paragón con Baroja.En 1963 Fernando Fernán Gómez adaptó una de sus novelas con el inédito largometraje El mundo sigue.