Arquidiócesis de Burdeos

En la década de 1480 se celebró un sínodo en Burdeos para condenar a los priscilianistas.

En el Siglo VI fue importante el episcopado de Leoncio II, hombre de gran poder y riqueza, que construyó numerosas iglesias y ejerció control político sobre el territorio.

Este pueblo era como una ciudad santa; y las tumbas merovingias en el cementerio de San Severino alimentaron leyendas que el imaginario popular creó en los siglos siguientes.

En la segunda mitad del siglo X el poder eclesiástico se concentró en manos del arzobispo Gombaud, hermano de Guillermo IX de Gascoña.

Por lo tanto, el poder religioso se convirtió en una especie de amortiguador entre Aquitania y Gascuña.

Cuando Francia perdió Aquitania debido a la anulación del matrimonio entre el rey Luis VII y Leonor de Aquitania que se había celebrado en la Catedral de Burdeos en 1137, Burdeos se convirtió en la capital de las posesiones inglesas en Aquitania.

En la segunda mitad del siglo XIV los arzobispos, como el italiano Francesco Uguccione, eran partidarios de los ingleses.

Fue durante su episcopado cuando se añadió a la catedral el campanario que lleva su nombre.

Los ricos y poderosos capítulos de San Andrés y San Severino siguieron siendo en la Edad Media un legado del dualismo del Burdeos merovingio.

En 1214 tuvo lugar en Burdeos un importante concilio contra usureros, bandidos y herejes.

Antes de la revolución Francesa la arquidiócesis estaba dividida en cuatro archidiaconados: Médoc, Cernès, Blaye y Fronsac.

[6]​ En 1850 se añadieron también las diócesis de Fort-de-France (en Martinica), Basse-Terre (en Guadalupe) y Saint-Denis (en Reunión).

Excatedral de San Juan Bautista, en Bazas
Basílica de San Miguel, en Burdeos
Basílica de San Severino, en Burdeos
Basílica de Nuestra Señora de Finisterre, en Soulac-sur-Mer
El Palacio Rohan, construido por el arzobispo Ferdinand Maximilien Mériadec de Rohan en el siglo XVIII para reemplazar el antiguo palacio arzobispal