Basílica de San Severino (Burdeos)

La cripta de la época merovingia conserva varios capiteles galo-romanos y sarcófagos de piedra, donde están enterrados dos obispos bordeleses, san Amador y san Severino, cuyo culto permitió que esta iglesia fuera monasterio, basílica y un gran santuario tan importante como la catedral.

La fachada occidental, tripartita, solo tiene puerta en la central ya que las laterales son ciegas.

La fachada en sí fue terminada en 1829 en estilo neorrománico y está decorada con estatuas de los dos santos en sus hornacinas.

La portada sur, gótica, tiene arcos trilobulados, estatuas de tamaño natural y bajorrelieves.

En 1698, la caída de la gran bóveda llevó a que los nuevos trabajos eliminaran en parte el carácter gótico del edificio.

Fachada de la basílica