Desarraigo es la pérdida o corrupción de las raíces sociales y familiares sufriendo la identidad personal un extrañamiento o pérdida de sentido vital, cultural y social.
El desarraigo repercute en la vida emocional de las personas y los grupos sociales.
[1][2] El desarraigo se puede producir al alterarse -habitualmente contra la voluntad del individuo y/o el grupo social- el lugar habitual de residencia, las formas habituales de convivencia así como las relaciones sociales y culturales que construyen la identidad y el sentido de lo humano.
[1][2] Hay causas de desarraigo temporal -como realizar estudios o formación en otros países, desplazamientos individuales o familiares por cambios en el puesto de trabajo-.
[3][1] El exilio y la emigración conllevan un proceso de separación y duelo; reconocimiento de la pérdida de relaciones interpersonales o relaciones humanas y con el medio, ya sea rural o urbano: Además obligan al individuo a un esfuerzo de adaptación a la nueva cultura, normalmente a una nueva lengua en circunstancias generalmente muy desfavorables.