Al año siguiente, triunfó también en el Concurso Internacional “Maria Caniglia” de Sulmona.
En ese mismo rol, tomó parte en el film sobre la ópera mozartiana, realizado en el Topkapi Palace de Estambul y difundido en las salas londinenses.
Continuó la temporada con Jeanne D’Arc au bûcher en Salzburgo y L’enfant et les sortilèges título que marcó su regreso a la capital francesa.
Esta interpretación la consagró en la cima del panorama nacional e internacional de la lírica.
Pocos años después, bajo la dirección del mismo Muti, interpretó Carmina Burana en París con la Orquesta Nacional de Francia.
Con notable éxito se presentó en una tournée en España con la Orquesta Filarmónica del Teatro Massimo Bellini de Catania dirigida por Stefano Ranzani.
Siguió durante ese año con una Gala Concert en la Deutsche Oper de Berlín dirigida por Massimo Palumbo.
Sus actividades en el Japón continuaron con recitales en los más grandes teatros, tales como el Bunka Kaikan y la Kioi Hall de Tokio, y la Symphony Hall de Osaka aplaudida e aclamada por sus fanes japoneses.