Cunchillos

Así lo vemos escrito en los diferentes documentos como Cochiellas, Con- xelis, Conchello, Conchiellos y hoy Cunchillos.

Esta influencia árabe perduró en la zona tras la reconquista ya que tanto Cunchillos como Malón, Novallas, Torrellas, Los Fayos, etc. Albergaron una población eminentemente morisca hasta su expulsión en 1610.

El rey navarro Sancho Garcés I tras una campaña contra los árabes en el Valle del Ebro conquisto la zona, llegando hasta Ágreda.

[5]​ La época inmediatamente posterior a la definitiva reconquista de Cunchillos fueron un tiempo confuso para la localidad.

Así entre 1140 y 1143 García Ramírez el navarro se hace con la zona hasta que Ramón Berenguer IV la toma de nuevo para Aragón.

Los más importantes son los relativos a los pastos, generalmente interpuestos contra Tarazona.

Es interesante destacar un pleito resuelto en 1808 contra el Barón de Torrellas interpuesto por Manuel Redondo como segundo regidor y Juan Jiménez como sindico, reunió a los siguientes vecinos: Manuel Aznar, Juan Marco, Andres Lasheras, Mateo Resano, Antonio Guillermo, Cayetano Navascués, Matías García, Juan Redondo, Francisco Magallón, Vicente García, Gregorio García, Manuel Marco mayor, Manuel Marco menor, Tomas Jarauta, Pedro Martínez, Sebastián Redondo, Miguel Resano y Lasheras, Miguel Resano y Barrios, Manuel Miranda, Benito Marco, Gaudioso Marco, Bernardo Marco, Juan Jiménez menor y Manuel Lasheras[3]​ .

[3]​ Gran parte de la población abandonó la zona, con los consiguientes saqueos perpetrados por las tropas napoleónicas.

Muchos habitantes del entonces municipio dejaron las actividades tradicionales agrícolas y comenzaron a trabajar en las fábricas de la cercana Tarazona.

En el interior se aprecia con mayor claridad la primitiva estructura de una sola nave con capillas laterales muy profundas comunicadas entre sí.

La nave central presenta cuatro tramos separados por arcos perpiaños y cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos que se prolonga en la cabecera, rectangular, con el mismo tipo de cobertura.

[17]​ El castillo se construyó sobre una plataforma sobresaliente del terreno circundante, único resto que subsiste hoy.

De la existencia del castillo hay ya noticias en 1189, cuando fue donado por Alfonso II a Lope López.

No obstante estaba habitado por un «cuidador» que hacia 1980 compró el edificio y lo utilizó como vivienda.

El estado de conservación del exterior original, en general, es bueno salvo en la parte oriental debido al socavamiento producido por el camino anexo.

Hay sillares desgastados y corroídos por la erosión, que en parte de la fachada principal fueron «rejuntados» con cemento hace algunos años.

[20]​ Esta torre fue construida en el siglo XIV, directamente sobre la roca natural caliza y sin preparación previa de nivelación, pues en algunas zonas la roca natural sobresale del nivel del suelo, habiéndose mantenido esta prominencia para formar parte de la pared.

Se conserva íntegra en el interior, manteniendo la bóveda, paredes y ventanas abocinadas en muy buen estado.

Únicamente se le adosó en un lateral una escalera nueva para acceder al piso superior.

Las paredes exteriores han sido recompuestas en algunas partes, a base de pequeñas piedras y bloques en las esquinas.

El suelo actual no es el original, que quedó cubierto bajo una capa de cemento colocado hace 20 años.

Las escaleras que dan acceso al piso superior están adosadas a la pared oeste.

Pudo ser la torre de señorío del obispado y fechable en torno a los siglos XIII o XIV.

Está organizada en dos plantas, la inferior cubierta mediante bóveda de cañón apuntado y reforzada por arcos fajones.