Según Manuel Gargallo Sanjoaquin, el diptongo de la primera sílaba (Vier) hace pensar en una posible base inicial “Ver” análoga a los topónimos Vera y Veruela, que significa ‘orilla, arroyo’.
Con ello, en algún momento quizá pudo formarse una palabra esdrújula, Verola.
Fonéticamente no habría grandes problemas para aceptar la evolución del nombre actual de Vierlas a partir de uher-lats > Werlas > Verlas > Vierlas (diptongación romance E > IE).
La fertilidad de la cuenca del Queiles, la abundancia de caza y la localización de sílex (pedreñal) en estado natural por toda la cuenca, propiciaron asentamientos estables ya desde la época del Neolítico, Hierro y Bronce, que se asentaron en el valle y en zonas relativamente altas como en Muñegre.
Por Vierlas discurría la calzada romana “Ab Asturica per Cantabria Caesaraugusta”, que unía Astorga con Zaragoza.
Es un testimonio excepcional, dada su escasez y la gran cantidad de información que aporta en sus dos caras escritas.
Así mismo, los soldados veían reconocido oficialmente su matrimonio y se les otorgaba la ciudadanía en caso de no tenerla.
Una copia idéntica quedaba depositada en los archivos oficiales de Roma.
Para Francisco Beltrán, el diploma citaría unos 10 cuerpos auxiliares que recibieron de forma colectiva la ciudadanía.
En este sentido cabría la posibilidad de que la parte perdida del diploma hiciera mención a la “Cohors I Celtiberorum” que pudo tener efectivos turiasonenses; aunque esto es solo una hipótesis.
En 1834 se constituye como Municipio independiente dentro del Partido Judicial de Tarazona.
Entre 1981 y 1991 se produce la mayor reducción porcentual con una pérdida del 26% de los habitantes.