Cibercultura

De tal manera, que se puede iniciar, definiendo la palabra cultura por medio del DRAE.

Es el caso de Manuel Castells para quien la sociedad y la economía globales actuales se caracterizan, en lo esencial, por su capacidad para funcionar como una unidad, en tiempo real, a escala planetaria.

Douglas Rushkoff plantea en su libro Ciberia la posibilidad de que los seres humanos se conviertan en las neuronas del planeta.

Para Rodolfo Llinás la Red es una buena candidata, en cuanto a requisitos potenciales, para soportar la conciencia de muchos en una mente colectiva.

Estas son algunas líneas de investigación que empiezan a desarrollarse:[8]​ Creencias y mitos sobre la cibercultura se pueden identificar en series y películas de ciencia ficción donde se concibe al ser humano como un mecanismo integrado por bits antes que un organismo integrado por átomos: un ser digital.

Algunos autores como Kerckhove y Lévy, definen la cibercultura como la tercera era de la comunicación, en la que se habría configurado un lenguaje todavía más universal que el alfabeto: el lenguaje digital.

Kerkchove, además, propone comprender la cibercultura desde tres grandes características: la interactividad, la hipertextualidad y la conectividad (Inteligencias en conexión.

Luis Joyanes, por su parte, describe en su libro Cibersociedad, los retos sociales ante un nuevo mundo digital, que incluyen aspectos tales como los cambios sociales de la revolución informática, los factores del cambio que han conducido a la cibercultura y un análisis de la nueva sociedad: la cibersociedad, centrado en los valores éticos asociados al cambio.

Steven Holtzman se detiene en el análisis de una posible "estética del ciberespacio".

Con este panorama se logran visualizar con mucha objetividad las tremendas repercusiones de una tecnología que debe ser apreciada con criterios oportunos e integrales.

Pierre Lévy ofrece una bienvenida a "lo virtual" como su manera de describir la cibercultura.

Describe su operatividad y propone algunas alternativas para intervenir en las transformaciones culturales, actualmente en curso.

Una reflexión semejante se expresa en la compilación de Geoffrey Nunberg: el futuro del libro, en la cual se plantean diversos temas que confrontan el destino del libro frente a la tecnología electrónica.

Con una intención similar, pero con base en un corpus más amplio, José Luis Sánchez Noriega, realiza una importante Crítica a la seducción mediática.

Sin embargo, toda la estructura metodológica del libro, si bien enfocada al sistema mediático tradicional (cine, televisión) es aplicable al impacto social y cultural de las nuevas tecnologías, entendidas como nuevos medios de comunicación masiva.

Calles con términos informáticos, en el Parque Científico Tecnológico de la Universidad de Alcalá .