El cibersexo puede ser practicado dentro del ámbito íntimo y privado entre dos personas, como también en un sitio abierto dentro del ciberespacio, pudiendo o no haber un fin comercial entre un trabajador sexual virtual (teleoperador o modelo erótico) y un cliente que paga por el servicio.Se suele recurrir al sexo virtual para favorecer la masturbación o como introducción para una futura cita para tener relaciones sexuales en la vida real.El cibersexo se distingue del sexo telefónico o sexting en que el primero tiene un mayor anonimato y es más fácil encontrar una pareja.El cibersexo suele darse entre desconocidos o personas que se acaban de conocer por Internet.Hasta el momento no hay consenso sobre las implicaciones psicológicas que conlleva este tipo de relaciones.En estas situaciones, los participantes suelen considerarse entidades diferentes de los personajes que están teniendo las relaciones sexuales.Como el objetivo principal del cibersexo es la simulación realista de una experiencia sexual, esta información no suele ser necesaria ni deseada.Asimismo, personas con padecimientos crónicos (como, por ejemplo, el sida) pueden encontrar en el sexo virtual una manera segura de conseguir satisfacción sexual sin poner en riesgo a su pareja.El sexo por Internet se ha usado asimismo en psicoterapia para ayudar a personas con problemas de timidez o inseguridad.En el transcurso de estas conversaciones, a veces intentan enviar pornografía infantil por la red u organizar citas.