Fantasía sexual

Las fantasías sexuales son casi universales[1]​ y se dan en muchas sociedades de todo el mundo.

[6]​[7]​ Las fantasías sexuales se producen, pues, de forma voluntaria o involuntaria en nuestra mente.

Lo más importante de todo esto es destacar a la fantasía como afrodisíaco y el único antídoto efectivo para contrarrestar la realidad.

Las fantasías sexuales son frecuentes durante la masturbación,[13]​ aunque esto puede ser más cierto para los hombres que para las mujeres.

Las fantasías tienen una enorme influencia en el comportamiento sexual y pueden ser la causa única de un orgasmo.

[13]​ Aunque hay varios temas comunes en las fantasías, esencialmente cualquier objeto o acto puede erotizarse.

[16]​ A la inversa, una persona puede usar la fantasía para concentrarse y mantener la excitación, por ejemplo un hombre que fantasea mientras recibe una felación ignorando una distracción.

[16]​ Las fantasías sexuales son vistas cada vez más un componente necesario para una relación de pareja sana.

En consecuencia, los teóricos han argumentado que las fantasías pueden utilizarse para fomentar y promover el placer sexual entre los miembros de la pareja, y se utilizan a menudo como parte de la terapia sexual.

[21]​ Por lo tanto, fantasear sexualmente permite a un individuo satisfacer deseos que no pueden alcanzarse de forma realista.

En tanto muchas parejas no logran mantener el deseo sexual en sus relaciones a largo plazo,[23]​ esta disminución del deseo sexual por la pareja puede suscitar dudas sobre si uno ama o es amado por la propia pareja,[24]​ lo que a menudo conduce al deterioro de la relación y la ruptura,[25]​ y se ha sugerido que las fantasías sexuales pueden ser de ayuda.

[27]​Freud (1908/1962) sostuvo que las fantasías sexuales suelen estar motivadas por deseos insatisfechos y, por tanto, cumplen una función compensatoria.

[30]​Se sugiere desde esta perspectiva que personas con estilos de apego más ansiosos utilizan el sexo para alcanzar una seguridad emocional.

Las personas con apego evitativo separan la actividad sexual de la intimidad emocional,[39]​una postura emocionalmente distante que se haría evidente en sus fantasías sexuales cotidianas alrededor del sexo sin emociones y temas de alienación y agresión.

[41]​ A lo largo del tiempo, se sugiere, ha resultado ventajoso para los hombres copular con mujeres jóvenes y fértiles.

[42]​ Desde una perspectiva femenina, los riesgos de copular con múltiples parejas masculinas superan con creces cualquier beneficio potencial.

[43]​ Por lo tanto, para esta perspectiva no es de extrañar que los machos visualicen rasgos físicos específicos, cuyos orígenes y finalidad se encuentran en la evolución.

Lo hacen bajo la atenta mirada de la atención sexual masculina,[44]​ para fantasear con una pareja específica y especial.

Qué tan privada es una persona en hablar sobre sus fantasías depende en gran medida de condiciones sociales.

[45]​ La aceptación moral y el estudio formal de las fantasías sexuales en la cultura occidental son relativamente nuevos.

Antes de principios del siglo XX, muchos expertos consideraban que las fantasías sexuales (sobre todo en las mujeres) eran anormales.

Hoy en día, se consideran elementos naturales y positivos de la propia sexualidad, y a menudo se utilizan para mejorar las prácticas sexuales, tanto en entornos normales como en terapia individual o de pareja.

Otros creen que Pablo incluye las fantasías cuando condena las obras de la carne, como la «inmoralidad» o la «impureza».

Estas tecnologías además han facilitado la puesta en práctica de fantasías sexuales previamente existentes.

Estas fantasías desarrolladas en pareja suelen mantenerse fuera del conocimiento de los círculos sociales que la rodean.

[52]​ Otra forma en que difieren los sexos es que los hombres son mucho más propensos a fantasear con tener múltiples parejas sexuales (es decir, hacer tríos u orgías) en comparación con las mujeres[10]​ y buscan una mayor variación de parejas en sus fantasías sexuales.

[12]​ El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales Cuarta Edición (DSM-IV) afirma que las parafilias rara vez se diagnostican en mujeres, con la excepción del masoquismo sexual.

[64]​ Esto puede ser especialmente probable si el individuo muestra altos niveles de rasgos psicopáticos.

[65]​ Dado que numerosas variables influyen en la fantasía sexual, las diferencias entre géneros pueden examinarse a través de múltiples marcos teóricos.

[66]​ Por el contrario, la psicología evolucionista y la sociobiología predicen que la tendencia a tener fantasías sexuales está predispuesta por factores biológicos.

El sueño de la esposa del pescador , de Hokusai , es una representación artística de una fantasía sexual.
Históricamente, san Sebastián ha sido representado tanto como un icono religioso como una figura de fantasía sexual encubierta.
Representación artística del sexo en grupo , una fantasía sexual más común entre los hombres. Hecha por Cornelis van Haarlem en 1615.