Estos comportamientos pueden haber evolucionado debido a que aumentan la probabilidad de supervivencia del niño.
[13] Los recién nacidos establecen enlaces afectivos con cualquier cuidador compatible que sea sensible y receptivo en interacciones sociales con ellos.
Si el cuidador está inaccesible o no responde, la conducta de apego se muestra con más fuerza.
[23] Después del segundo año, cuando el niño comienza a ver al cuidador como una persona independiente, se forma una asociación corregida por objetivos más complejos.
[18] El sistema de apego es muy robusto y los humanos jóvenes crean vínculos con facilidad, incluso en circunstancias nada ideales.
[10] El período crítico de Bowlby, que va desde los seis meses a dos o tres años, ha sido modificado para un abordaje menos radical.
Con más investigación, los autores, examinando la teoría del apego, han evaluado que el desarrollo social se ve afectada tanto por las relaciones iniciales como posteriores.
Generalmente, un niño queda satisfecho con largas separaciones, con la condición de que el contacto —o la capacidad para reunirse físicamente, si es necesario— estén disponibles.
[10] Aunque sus compañeros se vuelvan importantes en la infancia media, la evidencia sugiere que no se convierten en una figura de apego, aunque los niños puedan dirigir las conductas de apego a sus compañeros, si las figuras parentales no están disponibles.
Los patrones de apego inseguro no son ideales, pues ellos pueden comprometer la exploración, la autoconfianza y el conocimiento más profundo del ambiente.
[47] Por otra parte, estas dificultades reflejan, algunas veces, levantamientos en la vida privada de las personas, que pueden cambiar.
La negligencia está asociada únicamente a las organizaciones inseguras, y las tasas de apego desorganizado están marcadamente elevadas en los recién nacidos maltratados.
Aunque la conexión no esté totalmente establecida por la investigación y haya otras influencias, además del apego, los recién nacidos seguros son más propensos a ser socialmente competentes que sus pares inseguros.
[52] Así como la vinculación a figuras paternas, las experiencias posteriores pueden alterar el curso del desarrollo.
Solo alrededor del 15 % de los recién nacidos que sufrieron maltrato son propensos a ser clasificados como seguros.
Bowlby creía que los primeros modelos formados son más propensos a persistir porque existen en el subconsciente.
Se sugiere que la adrenarquia es un mecanismo endócrino subyacente a la reorganización de apego inseguro en la tercera infancia.
[47] Al final de los años 1980, Cindy Hazan y Phillip Shaver extendieron la teoría del apego a las relaciones románticas adultas.
Los adultos con apego seguro tienden a tener una visión más positiva de sí mismos, sus parejas y sus relaciones.
Las numerosas medidas se desarrollaron principalmente como herramientas de investigación, por ejemplo, relaciones amorosas, parentales o entre compañeros.
Desde finales del siglo XIX, los psicólogos y psiquiatras sugirieron las teorías sobre la existencia o la naturaleza de las relaciones tempranas.
[62] William Blatz, psicólogo y profesor de la canadiense Mary Ainsworth, también destacó la importancia del desarrollo social.
[71] En su monografía para la Organización Mundial de la Salud, escrita en 1951, Cuidado Maternal y Salud Mental, Bowlby presentó la hipótesis de que «el recién nacido y el niño deben experimentar una relación continua, íntima y cálida, con su madre (o madre sustituta permanente) en el que ambos puedan encontrar tanto satisfacción como placer», cuya falta puede acarrear consecuencias significativas e irreversibles para la salud mental.
Bowlby este proceso comparó con la homeostasis fisiológica, mediante el cual, por ejemplo, la presión sanguínea se mantiene dentro de los límites.
Por ejemplo, la llegada de un extraño o una lesión, podría hacer que el niño a buscar la proximidad.
Tales contingentes pueden representar la ambivalencia por parte del padre o de la madre, que es, entonces, agotado en el condicionamiento operante.
H. Rudolph Schaffer concluyó que los padres y los compañeros tienen diferentes funciones, cumpliendo papeles distintivos en el desarrollo de los niños.
Este cambio social ha hecho que sea más difícil para las personas sin hijos a adoptar niños en sus propios países.
[142] En investigaciones psicofisiológicas sobre el apego, las dos principales áreas estudiadas han sido las reacciones autónomas, tales como la frecuencia cardíaca o respiración, y la actividad del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal.
[143] Esto sugiere que la influencia de la atención materna en la seguridad del apego no es la misma para todos los niños.