Entre los expertos más famosos en hiperrealidad se incluyen Jean Baudrillard, Daniel J. Boorstin y Umberto Eco.
En otras palabras: La hiperrealidad es el producto de la cultura que ve los símbolos y otros signos como la única realidad experienciable.
Simplemente es una forma de describir la información a la que la conciencia se ve expuesta.
Por ende, la realidad se vuelve cada vez menos importante a medida que el valor de signo toma precedencia.
Fundó la revista “Utopía” junto con el filósofo Roland Barthes, además de ser un buen filósofo, fue uno de los mayores críticos políticos, se consideraba a sí mismo como una persona desilusionista, aunque creía en el resurgimiento del ser humano.
La decoración no es auténtica, todo es una copia, y la experiencia en su conjunto se siente como un sueño.
Estos sonidos que escuchamos nos trasportan a un lugar como si realmente estuviéramos ahí, así se crea la ilusión de: una barbería, una peluquería, espacios abiertos con juegos artificiales, un manicomio, etc. Es tan real la atmósfera (clímax) creada por los sonidos, que el receptor siente como si estuviera presente en el momento en el que se lo escucha.
Además esta experiencia transmite los diferentes tipos de sensaciones intensas (miedo, alegría, desconcierto, tranquilidad, entre otras) que podrías sentir en la realidad.
Y por ende pensamos a raíz de este ejemplo que la hiperrealidad es un "artificio", una "simulación".