Existió hasta 1945, cuando fue sucedido por el Instituto de Cultura Hispánica.
[1][2] El texto, que colocaba en el preámbulo a España como «eje espiritual del mundo hispánico como título de preeminencia en las empresas universales», hacía contradictoriamente referencia en el articulado a la posibilidad, irrealizable a corto plazo, de una unión política (Art.
[5] En la composición del Consejo se mezclaron funcionarios, militares, líderes falangistas, religiosos e intelectuales de derechas, contabilizándose un total de 74 consejeros.[6][n.
Con posterioridad, la Falange Exterior siguió teniendo un papel preeminente en la política propagandística en Hispanoamérica.
[10] Manuel Halcón fue canciller del organismo hasta su destitución en julio de 1943, no llegando formalmente a cubrirse la vacante del cargo.