Batalla del Biobío

El comandante realista Mariano Osorio con sólo unos 600 hombres pudo llegar a Talcahuano donde reuniendo guarniciones locales y milicias voluntarias levantó un nuevo ejército de 1.200 hombres, solo la mitad con armas.La línea patriota se extendía sobre el río Maule con base en Talca, y era defendida solo por algunas tropas del Regimiento de Granaderos a Caballo al mando del comandante argentino José Matías Zapiola.Zapiola destacó a Miguel Cajaraville para reconquistar Parral lo que este realizó con éxito el 27 de mayo eliminando a sus defensores, pero ante el invierno, contando con fuerzas muy inferiores y una extensa línea que cubrir, Zapiola pidió refuerzos y paralizó sus operaciones.A comienzos de ese mes Zapiola cruzó el Maule y se situó en Parral.[4]​ Balcarce aguardo el resultado de la misión del capitán Vicente Benavides, realista supuestamente pasado a los patriotas y encargado de lograr la rendición o la disolución del ejército adversario por la deserción.La vanguardia realista a cargo de Clemente Lantaño se replegó hacia Los Ángeles.Ese mismo día la vanguardia patriota, unos 50 Granaderos al mando del sargento mayor Benjamín Viel, ocupó Los Ángeles y al comprobar la retirada realista se lanzó en su persecución.Tras recorrer 14 leguas a marchas forzadas llegó al río donde Viel comprobó que el cruce ya se había iniciado y para entorpecer la operación, sin esperar al grueso, envió un mensajero pidiendo a Los Ángeles el urgente envío de fuerzas de infantería y lanzó una carga sobre un escuadrón de lanceros que guardaba la retaguardia enemiga poniéndolo en fuga.Llegado Escalada con el resto de la vanguardia, batió y dispersó a las partidas realistas que permanecían en la orilla derecha al mando del teniente Ramón Pauna, tomando 27 prisioneros y a 37 pasados, soldados chilenos de Dragones, tras lo que desplegó sus tropas en una loma aguardando la llegada de los refuerzos.Su comandante, Rudecindo Alvarado, asumió el mando de las fuerzas patriotas y a las 14:30 hizo avanzar sus tropas en dos cuerpos, la caballería por el llano del flanco derecho y la infantería por los bosques del flanco izquierdo, dejando una compañía de infantería en reserva y al cuidado de la impedimenta.El entonces teniente de Granaderos Manuel Alejandro Pueyrredón relató la acción: Controlada la orilla, las fuerzas patriotas se desplegaron y abrieron fuego de fusilería y con su único cañón sobre las balsas que transportaban a los últimos fugitivos, respondido desde la orilla sur por el fuego las tres piezas de artillería.Perdió también armas, ganado y bagajes, todo ireemplazable en esas circunstancias.Sánchez continuó su marcha hacia el sur rumbo a la plaza de Nacimiento.[8]​ Por otra parte, Balcarce consideraba que el núcleo del ejército realista había sido aniquilado, sus condiciones logísticas eran deplorables, su moral baja y que las mismas dificultades mencionadas para arribar a Valdivia actuarían sobre la tropa en retirada asegurando su disolución.
Ofensiva de Balcarce.