Escalada arrestó a Carlos María de Alvear, aunque finalmente lo dejó huir para que presentara la renuncia.
Tanto Manuel como Mariano Escalada se unieron al Ejército de los Andes en 1816.
Después de esta última batalla, rompió su propia marca e hizo el recorrido en sólo doce días.
Estando en ese destino, representó al presidente Rivadavia ante el gobernador entrerriano Juan León Solas, amenazado por el general Ricardo López Jordán (padre), y le ayudó a conservar el poder, pasando luego el gobierno a Vicente Zapata.
A fines de 1828 participó en la revolución unitaria del general Juan Lavalle contra el gobernador Dorrego.
Durante el segundo gobierno de Rosas no participó en política y se retiró a una estancia.
[5] Su hermano Mariano no tuvo tanta suerte: se vio comprometido en el complot de Ramón Maza para derrocar a Rosas y fue arrestado en 1841.
Ese año fue ascendido a general y asumió el mando de la frontera del sur; firmó un tratado con el cacique Cipriano Catriel.
Como el cacique Cachul, amigo de éste, no reconociera el tratado, hizo una campaña hasta las tolderías, para obligarlo a aceptar la paz.
Permaneció en Buenos Aires, donde su primo, el obispo de la ciudad, le aseguró que no sería molestado por su alianza con Urquiza.