El astroturismo o turismo astronómico es un término reciente que cataloga una modalidad de turismo orientado a satisfacer los intereses de aquellas personas interesadas en la astronomía a nivel recreativo, cultural o científico.[1] El astroturismo toma el cielo nocturno como recurso turístico para explotar una actividad hasta hace unos años reservada al ámbito científico.El astroturismo como concepto comienza su andadura en torno a 2003 cuando la UNESCO pone en marcha un proyecto sobre el patrimonio astronómico mundial.Desde entonces, varias instituciones, entre las que destaca la Isla de la Palma (Islas Canarias, España) y Chile, comienzan a desarrollar el turismo astronómico como recurso.El astroturismo se asocia a la astronomía desde un punto de vista divulgativo, pero también con un componente científico y cultural.Abarca desde la observación del cielo nocturno hasta las visitas a enclaves astronómicos relevantes, museos tematizados o rutas guiadas.[2] Se ha convertido en un instrumento de desarrollo en zonas rurales, especialmente las más despobladas y vírgenes, donde el cielo nocturno se plantea como recurso económico aportando valor añadido a las pocas zonas que quedan libres de o con escasa contaminación lumínica.Estas actividades se centran en la divulgación de la astronomía y utiliza los cielos nocturnos como recurso natural.[2] El astroturismo se desarrolla principalmente en lugares sin contaminación lumínica producida por las ciudades y zonas habitadas, por esta razón es considerado un tipo de turismo sostenible con el medio ambiente.Existe un mayor interés en zonas de desierto, tales como Atacama, Botsuana, Namibia e Irán donde la contaminación por luz artificial es muy baja o nula.[14] En Europa, España encabeza los países con mayor contaminación lumínica y es el segundo país en términos absolutos: desde finales de los años 90 no existe ninguna zona en todo el territorio español desprovista de luz artificial, siendo Madrid la capital europea más brillante en cuanto a contaminación lumínica.[15] Por su parte Francia comenzó a aplicar medidas para apagar las luces de escaparates desde las ciudades.Sin embargo, algunas localidades están apostando parta desarrollar esta actividad, tales como el Observatorio Félix Aguilar y el Complejo Astronómico El Leoncito, levantados en 1960 y 1983 con fines científicos, ubicados al interior del Parque nacional El Leoncito, en la Provincia de San Juan donde se están apoyando algunas iniciativas.[17] Adicionalmente, existe oferta turística en torno al Observatorio Astronómico Ampimpa, en Amaicha del Valle en la Provincia de Tucumán,[18] y al Observatorio Pierre Auger y el Planetario Malargüe ubicados en Pampa Amarilla, en la Provincia de Mendoza.[19] En Australia Occidental se encuentran las localidades de: Carnamah, Perenjori, Three Springs, Morawa, Wongan Hills, Mullewa, Cervantes y Mingenew.[27][30][31][32] Los mejorores lugares para observación astronómica en Brasil son la Chapada de los Veadeiros Nova Friburgo y Teresópolis.[28] En esta isla se encuentra el Observatorio del Roque de los Muchachos y el Gran Telescopio Canarias.[28] El principal destino de astroturismo en los Estados Unidos es Mauna Kea, en la Isla de Hawái[35] Otro lugar, aunque más vinculado al turismo espacial, es Cabo Cañaveral en Florida que posee parques tematcos orientados al espacio y la exploración.[33] En Fairbanks, una pequeña ciudad en el centro de la región existen servicios y excursiones para observar auroras boreales durante la temporada.[40] En Thingvellir un parque nacional en Islandia es considerado el mejor lugar para observación de auroras boreales.
Mamalluca, Chile, observatorio creado especialmente para el astroturismo.