A partir de este topos, las más diversas subculturas del mundo real suelen ser llamadas «bohemias» en sentido figurado, sobre todo (aunque no exclusivamente) si muestran rasgos que combinan precariedad económica (precariado), desapego por el dinero y otras oportunidades materiales, gran valoración de la cultura, especialmente aquella que se aparta del canon ortodoxo de cada época y estilos de vida alternativos a los convencionales en una época dada.
Ser bohemio es ser alternativo en el estilo de vida, en los gustos culturales y en no priorizar los objetivos económicos en el desarrollo personal.
Se considera a la ciudad de París como escenario original del fenómeno socio-literario.
[nota 1][9] [10] Como término, 'bohemia' hace alusión a la cultura de los gitanos, tradicionalmente llamados «bohemios» en Francia (en francés: «bohémiens») por haber, supuesta pero erróneamente, llegado al país desde la región de Bohemia, en la actual República Checa.
[13] El uso del término para referirse al pueblo romaní ha desaparecido en francés, y su uso moderno en esa lengua y otras implica ahora una connotación de ilustración arcana (en oposición al filisteísmo), así como una connotación peyorativa menos frecuente de ser descuidado en asuntos de higiene personal y fidelidad matrimonial.
Todos estos jóvenes son más grandes que su desgracia, por debajo de la fortuna pero por encima del destino».
En su canción La Bohème, Charles Aznavour describió el estilo de vida bohemio en Montmartre.
[16] La definición de Antonio Espina, «La bohemia no es otra cosa que la miseria disimulada con cierta belleza, el hambre sobrellevada con humorismo» pudiera ser válida para todas las bohemias, antes y después del modelo clásico acuñado en París.
Con diferente fortuna, el destino, como escribió Ramón del Valle-Inclán, fue una diosa ciega e inmisericorde con las ilusiones literarias de los rebeldes bohemios.
[20] La base de aquella bohemia la formaron escritores del decadentismo modernista, como Francisco Villaespesa, Emilio Carrere, Alejandro Sawa, Armando Buscarini, Dorio de Gádex, Alfonso Vidal y Planas, Eliodoro Puche, Eduardo Zamacois, Rubén Darío o Ramón María del Valle-Inclán.