[4] El uso del término se extiende para calificar al tipo humano engreído, pagado de sí mismo, opuesto al comportamiento desinteresado; en palabras de Antoni Domènech, «filisteo es quien se resiste a valorar las cosas por sí mismas, concibiéndolas siempre como instrumentos para lograr otros fines».
Ese mundo no es otra cosa que el conjunto de sus obras (arte y cultura) en la medida donde la apariencia del espíritu es la belleza.
Son quienes consagran su tiempo al estudio de 'obras' únicamente para sacar un beneficio simbólico y una posición social que creen superior.
Son intelectuales snobs que utilizan el arte como moneda de cambio para distinguirse y pertenecer a las clases dirigentes.
Es en ese momento que el tendrá la impresión de brillar a los ojos del otro y suscitar su admiración.