Es el monumento romano más conocido de Túnez[1] y acoge cada año a unos 530 000 visitantes.
Reemplazó a dos edificios del mismo tipo, cuyo estudio ha permitido analizar el origen de estas grandes construcciones destinadas al ocio.
Vencida y perseguida, se refugió con sus seguidores en el anfiteatro, donde resistió durante cuatro años.
Según la leyenda fue traicionada por su joven amante, que la apuñaló y envió su cabeza embalsamada al jefe del ejército árabe.
[5] Sin embargo, según el arqueólogo e historiador Hédi Slim la situación de Thysdrus, con sus tres anfiteatros estudiados con métodos científicos, «parece única en el mundo».
[9] El primer edificio tenía una capacidad de 6000 espectadores[10][11] y fue calificado como «rudimentario»,[7]«embrionario»[12] o «muy antiguo».
[13] Jean-Claude Golvin dató su origen en el siglo I,[14] aunque habría sido abandonado a finales del mismo.
[14] Parece ser que el graderío se erosionó con bastante rapidez y fue reparado con ladrillos de barro sin cocer.
Su contorno era más elíptico debido a un terraplén existente en la arena y al graderío del anfiteatro anterior.
[18] La construcción carecía de un aspecto estético, aunque sus importantes mejoras técnicas la hicieron más funcional.
[10][6] Este modo de proceder se repitió en otras ciudades como Cartago, Nimes o Roma.
[23] Las investigaciones más recientes del monumento no han revelado ninguna inscripción que permita datar su construcción.
Vencida y acorralada, se refugió con sus seguidores en el anfiteatro, donde resistió durante cuatro años.
Según la leyenda fue traicionada por su joven amante, quien la apuñaló y envió su cabeza embalsamada al jefe del ejército árabe.
El edificio fue citado por Abu Abdullah al-Bakri en el siglo XI y por Tijani, donde se da a entender que ofrecía una protección eficaz,[31] lo cual es incompatible con un estado en ruinas.
Sus cañones abrieron varios boquetes en el edificio para impedir que el lugar sirviera de refugio a la población local.
[34] Sin embargo, el sitio continuó siendo utilizado con este fin hasta mediados del siglo XIX durante una última rebelión.
[41] La estabilización evitó nuevos derrumbes al tiempo que se sustituyeron las áreas irremediablemente deterioradas.
[27] Sin embargo, la roca empleada es poco resistente a la erosión y al desgaste.
[49] Las excavaciones en los cimientos han podido determinar que el lugar fue utilizado para tallar in situ gran parte de sus elementos, en especial los decorativos.
[58] La distribución interior, incluidas las zonas de acceso y evacuación, parece haber sido elaborada en el lugar, al contrario que en otros monumentos del mismo tipo.
[60] En la mayoría de los anfiteatros, los animales se alojaban bajo el podio y posteriormente en el subsuelo excavado en la arena.
Estaban cubiertas por un suelo que se podía desmontar durante el periodo de los juegos.
También había un pozo[45] que suministraba el agua necesaria al edificio,[61] especialmente en las estancias subterráneas.
[33][46] Además de los anfiteatros, la ciudad contaba con un teatro y un circo, que en la actualidad todavía no han sido excavados.
[63] Para Hédi Slim, los tres anfiteatros de Thysdrus atestiguan un «entusiasmo permanente por los juegos».
[67] En el mosaico denominado Bestiario de celebración en la arena, fechado en el siglo III y expuesto en el Museo Nacional del Bardo, se muestran estas sodalidades.
[70] Un heraldo pide 500 denarios por leopardo[71] para que un personaje llamado Magerio los pague tras haber sido solicitado por la muchedumbre.
Este evergetismo atestigua en cierta forma una práctica similar a lo que ocurría en Roma durante los juegos cuestorios.
[75] Otras sodalidades ejercían su actividad en el África romana, con diversos emblemas y divinidades tutelares.