En arquitectura y construcción el aparejo (del latín apparare,[1] "preparado", "dispuesto", también originalmente opus en la arquitectura romana) es la forma, estructura o disposición constructiva de un muro.
Se da el nombre de despiezo a la descomposición teórica de una construcción en las piezas que lo forman y puede ser horizontal, radial, irregular, regular, etc.
La mampostería recibe diferentes denominaciones según los materiales utilizados en su construcción: En la esquina del muro se disponen los sillares verticalmente de modo que por un lado se presentan a lo largo y por el otro, a lo ancho, lo que se denomina aparejo de mayor y menor.
Si solo contiene barro y escasas piedras se llama tapial.
Los ladrillos, generalmente cerámicos, tienen unas medidas y un formato determinados y diseñados específicamente para unirse de una manera determinada para formar un muro, por ello la ley de traba o disposición de los ladrillos en un muro, estipulando desde las dimensiones del muro hasta los encuentros y los arranques, es especialmente rígida.