Andreu Alfaro

Conoció a Joan Fuster, con quien acabó manteniendo una fuerte amistad, o con Vicente Aguilera Cerni, quien le introdujo en las corrientes artísticas del momento.

En 1954 se reencuentra con la antigua afición por el dibujo durante un viaje a Italia, plasmando en un cuaderno que llevaba consigo paisajes y monumentos.

En el año 1958, y junto con varios amigos, se desplazó hasta Bruselas, donde se estaba celebrando la Exposición General, y donde entró en contacto con la obra de Constantin Brâncuşi, lo cual fue determinante para que decidiese priorizar sus creaciones en el campo de la escultura.

Relacionado con el Grupo Parpalló (1957) e influido por los constructivistas, como Constantin Brâncuşi o Antoine Pevsner, y por Jorge Oteiza.

[8]​ Se celebró una exposición bautizada como Im Dialog mit dem Barock, y en ella llevó a cabo una interpretación propia de las formas barrocas, imitando al ya citado Neumann, pero también a otros artistas que pronto se convirtieron en referentes para él, como Gian Lorenzo Bernini o Francesco Borromini, creando una intencionada escenografía capaz de unir dos tiempos.

En 1991 la diputación de Valencia le concedió el Premio Alfons Roig d’Arts Plàstiques.

Sus obras más importantes fueron La rella (1961), La veu d'un poble (1964-1965), Monument a l’amor (1965-1967), Bon dia llibertat (1975) y Catalan power (1976).

[13]​ Para definir su estilo habría que recurrir al profesor José Marín Medina, cuando dice: A Alfaro le gustaba aplicar sus conocimientos geométricos para crear obras abstractas.

Escultura de Andreu Alfaro antes de Ayuntamiento de Maguncia .
Escultura de Andreu Alfaro
Monumento a Ausiàs Marc, Valencia
Exposición en el IVAM