Apolo 13
Tuvieron que desconectar los sistemas del módulo de mando para preservar los recursos restantes para el reingreso, obligando a la tripulación a trasladarse al módulo lunar como improvisado bote salvavidas.Aunque el módulo lunar estaba diseñado para mantener a dos hombres en la superficie lunar durante dos días, el centro de control de misión en Houston improvisó unos procedimientos para que pudiera mantener a tres hombres durante cuatro días.[4] Inicialmente no se sabía cuántas misiones serían necesarias, por lo que la NASA había contratado la adquisición de quince cohetes Saturno V para alcanzar el objetivo.[15] Mattingly nunca llegó a desarrollar la rubeola y más tarde voló en el Apolo 16.[55] Los astronautas del Apolo 11 apenas tuvieron tiempo para una formación en geología, ya que solo pasaron seis meses entre la asignación de la tripulación y el lanzamiento; otros temas prioritarios para la misión les restaron mucho tiempo.[57] El científico y astronauta Harrison Schmitt observó que no se mostraba mucho entusiasmo por los trabajos de campo geológicos.El entrenamiento incluyó vuelos en una aeronave de gravedad reducida (conocida entre los astronautas como «cometa vómito») para simular microgravedad o gravedad lunar, realizando diversas prácticas, como ponerse y quitarse los trajes espaciales.[66] El Apolo 13 también llevaba un sismógrafo (proyecto conocido como Experimento Sísmico Pasivo, o PSE, por sus siglas en inglés) similar al del Apolo 12, como parte de su paquete de experimentos, para que los astronautas lo dejaran en la Luna.[67] Ese sismómetro iba a ser arrojado durante la etapa de ascenso del módulo lunar para así calibrarlo, al ser un objeto de masa y velocidad conocidas que impactaba en un lugar también conocido.[76] Como Lovell y Haise iban a realizar recorridos más largos que en las misiones anteriores, el portaequipos, que los astronautas del Apolo 12 habían tenido que transportar a mano, se amplió y se le dotó de dos ruedas, pasándose a conocer como Mobile Equipment Transporter (MET, Transportador Modular de Equipo).Esta medida ya se había propuesto tras la misión Apolo 11, pues el personal encargado de revisar las imágenes tomadas durante la misión tenía problemas para distinguir a Armstrong de Aldrin, pero no pudo aplicarse en el Apolo 12 ya que la propuesta fue aprobada más tarde.Durante el despegue se produjo una incidencia cuando el motor central (interno) de la segunda fase (S-II) se apagó unos dos minutos antes de lo previsto,[83][84] debido oscilaciones violentas causadas por una combustión inestable del propelente.[85][90] Una investigación posterior reveló que el motor estaba a un ciclo de producirse un fallo catastrófico.[92] La tripulación se preparó para el viaje de tres días rumbo a Fra Mauro.Esta operación se hacía normalmente una vez al día; este removido adicional ayudaba a evitar la estratificación térmica del contenido de los tanques, haciendo que las lecturas de presión fueran más precisas.We've had a Main B Bus undervolt» (Houston, hemos tenido un problema.Kranz ordenó separar el tanque de reserva, para conservar su oxígeno, pero esto significaba que la célula de combustible restante quedaría inutilizada en dos horas, ya que el oxígeno del tanque 1 se estaba consumiendo o se filtraba.[111] El módulo lunar tenía las baterías cargadas y los tanques de oxígeno llenos para su utilización en la superficie lunar, por lo que Kranz ordenó que los astronautas lo pusieran en marcha y lo utilizaran como «bote salvavidas»,[10] un escenario previsto, aunque considerado improbable.Ese encendido «PC+2» tendría lugar dos horas después del pericintión, el punto de mayor aproximación a la superficie lunar.Sopesaron la posibilidad utilizar sus trajes espaciales, pero se decidió que eran demasiado voluminosos y sudarían mucho con ellos puestos.El agua se condensó en las ventanillas y las paredes formando escarcha,[133] aunque la posible condensación que se pudo haber formado detrás de los paneles del equipo no causó problemas, en parte debido a las importantes mejoras de aislamiento eléctrico introducidas tras el trágico incendio del Apolo 1.[136] Los astronautas aplicaron el procedimiento aparentemente sin dificultad; Kranz atribuyó más tarde este hecho a que los tres astronautas habían sido pilotos de prueba, acostumbrados a tener que trabajar en situaciones críticas y con sus vidas en juego.[142] Aunque fatigados, la tripulación estaba en buenas condiciones en general, excepto Haise, que sufría una grave infección del tracto urinario, probablemente debido a la insuficiente ingesta de agua.[155] El comité no encontró ninguna evidencia que pudiera sugerir otra teoría sobre las causas del accidente.[173] Se colocaron dispositivos en la segunda etapa de la S-II para contrarrestar el efecto pogo.[187][188][189][190] El escritor e historiador australiano Colin Burgess escribió «el vuelo de vida o muerte del Apolo 13 evidenció de forma dramática los colosales riesgos inherentes a los vuelos espaciales tripulados.[194] Asesores del presidente Nixon recomendaron cancelar las restantes misiones lunares, asegurando que un desastre en el espacio conllevaría un gran coste político.Lovell expresó públicamente su desacuerdo con la película, que consideró «ficticia y de mal gusto».[200][201] Tras su regreso, la tripulación planeaba escribir un libro, pero finalmente todos se fueron de la NASA sin empezarlo.[99][187] La película también se inventó la frase «El fracaso no es una opción», pronunciada por Harris en su papel como Kranz en la película; la frase quedó tan estrechamente asociada a Kranz que la utilizó como título de su autobiografía del año 2000.