La magnitud y el instante en que se aplica el impulso para el ITL son calculados con precisión para apuntar a la Luna en su rotación alrededor de la Tierra.
Este modelo es una mejor aproximación pero no tiene una solución analítica,[2] por lo que es preciso utilizar cálculo numérico y métodos como el de Runge-Kutta.
Para las misiones lunares Apolo, la ITL fue realizada activando el motor re-arrancable J-2 en la tercera etapa (S-IVB) del cohete Saturno V.
[6] En 1969, la ITL previa al amanecer del Apolo 10 fue visible en Cloncurry, Australia.
[7] La escena fue descrita como similar a las luces delanteras de un automóvil que se aproximan sobre una colina en la neblina, y la nave se asemejaba a un cometa brillante con un tono verdoso.