Vudú de Luisiana

Durante el siglo XIX, varios practicantes prominentes, como Marie Laveau o Doctor John, atrajeron una atención considerable.

La religión ha tenido que enfrentarse durante mucho tiempo a oposición por parte de no practicantes, que la han caracterizado como brujería o culto al diablo, y muchas representaciones sensacionalistas de la religión han aparecido en la cultura popular.

[2]​ Se han utilizado varias grafías diferentes para la palabra vudú,[6]​ que incluyen Voudou y Vaudou.

[12]​ Para finales del siglo XX ocurrió un renacimiento del vudú de Luisiana, creando una tradición que «se parece más» al vodú haitiano y la santería cubana que al vudú de Luisiana como era practicado en el siglo XIX según se le describe en descripciones históricas.

Sus practicantes a menudo adaptan el vudú para satisfacer sus requisitos específicos,[17]​ y al hacerlo lo mezclan frecuentemente con otras tradiciones religiosas.

[22]​ Una de las principales deidades era Blanc Dani, también conocido como Monsieur Danny, Voodoo Magnian o Grandfather Rattlesnake (Abuelo Cascabel).

Entre los lwa que son comúnmente venerados se encuentran Oshun, Ezili la Flambo, Erzuli Freda, Ogo, Mara y Legba.

El templo de Sallie Ann Glassman en Nueva Orleans, por ejemplo, tiene altares separados para los lwa Rada y Petwo.

[34]​ La feminista Tara Green definió el término «feminismo vudú» para referirse a casos en los que mujeres afroamericanas recurrieron tanto al vudú de Luisiana como a conjuros para resistir la opresión racial y de género que experimentaban.

[36]​ Hay cuatro fases en un ritual vudú, todas identificables por la canción que se canta: preparación, invocación, posesión y despedida.

[37]​ Los rituales del vudú de Luisiana se basan en tradiciones africanas que han absorbido varias influencias cristianas, en particular católicas.

Un amuleto común para la protección o la suerte consistía en un material envuelto en franela roja y usado alrededor del cuello.

[67]​ Existen varias tiendas, llamadas «botánicas», en Nueva Orleans que venden hierbas y otros materiales para ser usados en estas preparaciones.

[69]​ Mucho misterio rodea los orígenes del vudú de Luisiana,[6]​ y su historia es a menudo adornada con leyendas.

[23]​ La comunidad esclavizada rápidamente superó en número a los colonos europeos blancos que habían emigrado allí.

[77]​ El Ouanga, un amuleto utilizado para envenenar a un enemigo, contenía las raíces tóxicas del árbol figuier maudit, traído de África y preservado en Luisiana.

[83]​ El vudú probablemente se extendió desde Luisiana y hacia comunidades afroamericanas a lo largo de todo el valle del río Misisipi, en tanto se han encontrado referencias escritas del siglo XIX a rituales vudú tanto en San Luis como en St.

[81]​ Con todo, en medio de los temores del establecimiento de que el vudú podría usarse para animar una rebelión entre los esclavos, en 1817 el Municipio emitió una ordenanza prohibiendo a los esclavos bailar en días que no fueran los domingos y en lugares distintos a los designados específicamente para tal propósito.

[92]​ Como fue el caso en otras comunidades coloniales francesas, se desarrolló una clase de personas de color libres a quienes se les otorgaban derechos específicos y, en Nueva Orleans, compraban propiedades y educación.

Las mujeres de color libres tuvieron una influencia relativamente alta, en particular aquellas que eran líderes espirituales.

[93]​ Tanto su madre como su abuela habían practicado el vudú;[94]​ fue también bautizada católica y asistió a la misa durante toda su vida.

[97]​ Otro de los practicantes más prominentes de mediados del siglo XIX fue Jean Montanée o «Doctor John», un negro libre que vendía curas y otros objetos a varios clientes, amasando fondos suficientes para comprar varios esclavos.

[99]​ En Nueva Orleans, el hoodoo mostró mayores influencias católicas en comparación con prácticas populares afroamericanas similares en otros lugares de los estados sureñoa.

[103]​[104]​ En 1972, Charles Gandolfo creó el Museo Histórico del Vudú de Nueva Orleans orientado al turismo.

Una iniciada ucraniana-judía estadounidense del vudú haitiano, Sallie Ann Glassman, creó otro grupo, La Source Ancienne, en el barrio de Bywater; también operaba la tienda Island of Salvation Botanica.

[18]​ En 1873, el Daily Picayune estimaba que había alrededor de 300 practicantes dedicados del vudú en Nueva Orleans, con unos mil seguidores menos estrictos.

[108]​ El vudú de Luisiana ha adquirido connotaciones negativas en la sociedad estadounidense en general, siendo vinculado a la brujería y los maleficios.

[109]​ Grupos protestantes, incluyendo aquellos presentes entre la población negra de Nueva Orleans, han denunciado el vudú como un culto al diablo.

[99]​ Durante el siglo XIX, muchos angloprotestantes llegados a Nueva Orleans también consideraron al vudú como una amenaza para la seguridad pública y la moralidad.

[88]​ Para finales del siglo XX, ganaba cada vez más reconocimiento como una religión legítima de la diáspora africana.

Un altar utilizado en el vudú de Luisiana, en exhibición en el Barrio Francés de Nueva Orleans
Altares construidos por la practicante de vudú Sallie Ann Glassman en el área de Bywater en Nueva Orleans
Un ritual vudú en St. John's Bayou, Nueva Orleans en la víspera de San Juan de 2007
El interior del Templo Espiritual Vudú en Nueva Orleans, fotografiado en 2005
Un grupo de practicantes de vudú reunidos en el puente giratorio de Bayou St. John en la víspera de San Juan de 2007
Una exhibición dentro del Museo Voodoo en el Barrio Francés de Nueva Orleans, fotografiada en 1991