[2] En 1983, un grupo de científicos y médicos, encabezado por Luc Montagnier, descubrieron el virus causante del sida, pero sin saber que era su agente etiológico.
Montagnier lo nombró virus asociada a linfadenopatía, o LAV por sus siglas en inglés.
[3] Un año más tarde, un equipo dirigido por Robert Gallo de los Estados Unidos confirmó el descubrimiento del virus y que era la causa del sida, y le cambió el nombre a virus humano T-linfotrópico de tipo III (HTLV-III).
Si la carga viral materna es <1000 copias/ml, el riesgo de contagio del neonato es virtualmente cero.
[10] El VIH es miembro del género lentivirus,[11] parte de la familia Retroviridae.
[13] Los lentivirus son virus encapsulados que se transmiten con una sola hebra y de sentido positivo.
Después de que el virus ha infectado a la célula, son posibles dos vías: o bien el virus se vuelve latente en la célula infectada que sigue funcionando normalmente, o bien el virus se activa y replica en un gran número de partículas virales que son liberadas y pueden infectar a otras células.
La candidiasis suele ser la manifestación más común asociada al VIH pediátrico, seguidas de las úlceras bucales, el agrandamiento parotídeo, gingivitis y periodontitis úlcero necrosante y el eritema gingival lineal.
Las infecciones bacterianas suelen aparecer en proporción a la inmunodeficiencia, incluyendo sepsis, celulitis y abscesos.
Las manifestaciones neurológicas más frecuente es una pérdida de funciones adquiridas, es decir, que el niño ya dominaba y comienza a deteriorar, es poco frecuente la encefalopatía progresiva de la infancia severa.
Estadio 2: Hepatosplenomegalia, erupciones papulares pruriginosas, dermatitis seborreica, extensa infección por el virus del papiloma humano o por el molusco contagioso, infecciones por hongos en las uñas, úlceras orales recurrentes, eritema gingival lineal, queilitis angular, aumento de volumen de la parótida, Herpes zóster o infecciones respiratorias altas recurrentes o crónicas incluyendo otitis media, otorrea y sinusitis.
En niños menores de 15 meses la infección suele ser perinatal y si la madre tiene VIH o se sospecha epidemiológicamente:[15] En niños mayores se puede sospechar una infección por VIH obtenida por otras rutas diferentes a la materna.
Los cultivos virales son muy costosos y solo se realizan en pocos laboratorios.
En niños con manifestaciones clínicas o con pruebas de laboratorio positivos para VIH, se debe asegurar una nutrición adecuada.
[16] No existe aún una vacuna que confiera protección contra la infección por el VIH.
[9] Los regímenes profilácticos forman parte integral del cuidado de los niños infectados por el VIH.