En el uso moderno, se refiere a un síndrome de disfunción cerebral, el cual puede ser causado por múltiples etiologías.
Otros signos incluyen mioclonía, asterixis, nistagmo, convulsiones, temblor y anormalidades respiratorias, como la respiración de Cheyne-Stokes[5] por compromiso a nivel del tronco encefálico.
El diagnóstico es generalmente clínico, haciéndose necesario los exámenes a la hora de encontrar la causa subyacente, para ello se pueden utilizar los siguientes exámenes: Junto a la hospitalización y las medidas de soporte, el tratamiento irá indicado según la causa subyacente.
[cita requerida][7] Cuando es causada por una enfermedad celíaca o una sensibilidad al gluten no celíaca no diagnosticadas, la dieta sin gluten permite detener el daño el avance del daño neurológico y mejora los dolores de cabeza.
[2] Dependiendo de la causa, existen complicaciones reversibles e irreversibles, por lo cual el tratamiento debe ser oportuno y precoz.