[4] El diagnóstico diferencial de encefalopatía plúmbica es complicado, ya que hay un gran número de patologías que pueden producir un cuadro clínico de encefalopatía; como lesiones cerebrales, especialmente el hematoma subdural y otras lesiones en vasos; hipertensión maligna; infecciones varias, incluida la sífilis; deficiencias vitamínicas (B12, tiamina, etc.); alteraciones metabólicas (urémicas o hepáticas); intoxicación por barbitúricos, bromuros, otras toxinas o fármacos; intoxicación o abstinencia de etanol; hipoxia, hipercapnia; hipoglucemia, mixedema, tirotoxicosis; desequilibrio electrolítico; enfermedades primarias del sistema nervioso central; la presencia de tumores intracraneales...[3][4] Para poder establecer un diagnóstico correcto hay que confirmar si el paciente ha estado expuesto al metal, aunque una respuesta tanto positiva como negativa no debe ser concluyente para afirmar o descartar completamente que la encefalopatía sea plúmbica.
Finalmente, para poder confirmar el diagnóstico, es esencial descartar las otras posibles causas mencionadas anteriormente; para ello el método más útil es la punción lumbar.
El líquido cefalorraquídeo en un paciente con intoxicación por plomo es completamente normal, aunque con frecuencia las proteínas aparecen elevadas y a veces incluso hay un aumento del recuento de glóbulos blancos.
[3][4] La encefalopatía aguda es más frecuente en niños que en adultos y puede darse con niveles no muy elevados de plumbemia.
[1] - Ácido dimercaptosuccínico (DMSA): provoca pocos efectos adversos y se usa por vía oral a dosis de 10 mg/Kg/ dosis repartidos cada 8 horas durante 5 días, luego cada 12 horas durante 14 días más.
[2] Además, en los casos de encefalopatía plúmbica es esencial tratar las convulsiones si aparecen con fármacos antiepilépticos como la fenitoína o la carbamazepina.