Con ello se consigue alterar la programación de la célula para que fabrique partículas virales.
Luego la doble cadena se divide en dos y forma un nuevo ADN o ARN, cuya información será utilizada para la construcción de las partículas que constituirán los nuevos virus.
Estos bloques de proteínas son cortados para dar lugar a las diferentes partes del nuevo virus.
Lo primero es extraer las moléculas de los bordes que se conocen como dinucleótidos GT.
Actualmente existen 5 fármacos aprobados por la FDA dirigidos a inhibir la función de la integrasa, en orden temporal de aprobación para uso terapéutico: raltegravir, elvitegravir, dolutegravir, bictegravir y cabotegravir.