[1] Para controlar el picor (si este es constante y molesto), debe consultarse al médico de cabecera.
Los caballos, bueyes y perros son más propensos a las comezones que los demás animales.
Las piernas, los muslos, la cabeza, el cuello, la cola y muchas veces todo el cuerpo, se ve acometido de ellas.
Estos animales se rascan continuamente y el paraje en que lo hacen pierde el pelo y sale en su lugar una especie de harina blanca que cubre aquella parte.
La cola de los caballos se halla muchas veces acometida de estas picazones, por los chupones o falsas crines que crecen en la punta del maslo de la cola, las cuales, enroscándose y doblándose, causan un prurito tanto mayor cuanto el animal se frota o rasca continuamente contra la pared o el pesebre.