Señorío de Moguer

A mediados del siglo XIII algunos miembros de la familia realizaron campañas militares por tierras andaluzas y entroncaron por casamiento con linajes beneficiados de los repartimientos efectuados en las tierras del Sur, recién conquistadas.

A su muerte heredó el señorío su hija Juana Fernández de Portocarrero y Enríquez, VI señora de Moguer, quien falleció poco tiempo después que su padre, quedando como heredera su hermana María.

En ese año Francisca redactó testamento en que mandó le sucediera su hijo primogénito, Luis Bocanegra, señor de Palma del Río, quien ejerció el señorío sobre Moguer poco tiempo, ya que en 1442 realizó testamento dejando como sucesor de todos sus bienes a su hermano, Martín Fernández Portocarrero.

El monasterio de Santa Clara había sido elegido por los Portocarrero como panteón familiar y había sido dotado con numerosos bienes y rentas, ingresando en él algunas mujeres de la familia.

Por esta razón, el monasterio es importante no solo por su valor artístico y su poderío económico, sino también por su vinculación a los Portocarrero, una de las principales familias nobles de la Baja Andalucía.

Su hijo, Antonio-Lope Barradas Portocarrero, le sucedió como XX señor de Moguer, ostentando el señorío hasta 1729, año en que Cristóbal Gregorio Portocarrero, conde de Montijo ganó judicialmente la propiedad del mayorazgo y se convirtió en XXI señor de Moguer.

Sin embargo posteriormente se puso al servicio del rey José Bonaparte, quién le nombró mayordomo mayor en 1810.

A pesar del pleito que Felipe López Pacheco mantuvo con María Francisca de Sales Portocarrero, la legítima propietaria del señorío, esta continuó titulándose señora de Moguer desde 1763 a 1808.

Tradujo en 1774 la obra religiosa de Nicolás Torneux Ilustraciones cristianas sobre el Sacramento del Matrimonio.

Este último estuvo casado con María Manuela Kirkpatrick Grevigné, matrimonio del que nacieron dos hijas: María Francisca de Sales Portocarrero y Eugenia de Montijo.

Por ello hubo un periodo en el que de manera singular se mantuvo el señorío a través del patronato de Santa Clara.

En sus orígenes, los señores de Moguer, desde 1333, residieron en el castillo, en las dependencias que se encontraban en su interior.

Contaba con dos patios, habitaciones, cocina, bodegas y otras dependencias para uso diverso.

Los señores, que tenían distintas propiedades urbanas en la localidad, empezaron a utilizar la que se hallaba en la plaza de Palacio, presumiblemente desde finales del siglo XVI.

También se acondicionó el espacio que estaba dedicado a jardín.

El edificio era de dos plantas, salvo las bodegas y caballerizas que contaban sólo con una, como era habitual en este tipo de construcciones que aparecía en el casco urbano.

Las dependencias principales estaban distribuidas en tomo a un patio con corredores.

A partir de este momento los sucesivos señores de Moguer no volvieron a residir en la villa, por lo que la Casa-palacio fue vendiéndose por partes y reemplazándose por nuevas construcciones, excepto las antiguas caballerizas que han perdurado hasta nuestros días en la actual esquina Plaza del Marqués - calle Burgos y Mazo.

señoríos en el Reino de Sevilla en la época de Carlos I de España , entre ellos el señorío de Moguer.
Túmulo sepulcro de los primeros señores ( Monasterio de Santa Clara ). I señor de Moguer, Alonso Jofre Tenorio ; su esposa Elvira Álvarez; su hija Marina Tenorio; Beatriz Enríquez ; y el III señor de Moguer, Alonso Fernández Portocarrero.
Sepulcro de Pedro Portocarrero, VIII señor de Moguer, y su esposa, Juana de Cárdenas
Sepulcro de Juan Portocarrero (IX señor) y su esposa María Osorio ( Monasterio de Santa Clara ).
Los señores eran patronos del Monasterio de Santa Clara.
Lápida de Cipriano Palafox y Portocarrero , VIII Conde de Montijo
Sepulcros de los Señores de Moguer en la iglesia del Monasterio de Santa Clara .
Árbol genealógico del señorío de Moguer.
Casa-Palacio de los señores de Moguer
Boceto Casa-Palacio