Le fue otorgada la Grandeza de España por el archiduque pretendiente Carlos VI en 1711, y confirmada luego por Felipe V.
[8] Esta concesión convirtió al condado en el segundo centro ganadero de toda Extremadura; desde entonces y hasta 1578 (durante la primavera) se llegaron a celebrar en la villa diecisiete Juntas Generales de la Mesta.
No obstante, cuando Juan Velasco recibió el título condal, o incluso cuando su padre Hernando tomó posesión del señorío en 1435, los primeros cuatro lugares ya se hallaban despoblados y sus habitantes desplazados a Siruela.
[11] En cuanto a Santa María del Encinar y Puebla de la Almagra, hacia el siglo XVI ya estaban en decadencia.
[15] Desde la concesión de Villanueva de Siruela en señorío, sus señores, primero, y luego los condes, se vieron enfrentados a los vecinos con respecto al aprovechamiento de los recursos agrarios y ganaderos, sobre todo pastos, en algunas partes del territorio.
Eran, concretamente:[18] Según los vecinos, el conde estaba explotando unas tierras que no eran suyas, porque cuando la Puebla de la Almagra era villa juntamente con la de Siruela, se habían comprado a la Real Hacienda los lugares de Santa María del Encinar y Tamurejo, causa por la cual, cuando se despoblaron, habían quedado comprendidos en el término y jurisdicción de Siruela.
Estos desconocieron el acuerdo, lo que dio pie a un largo proceso judicial que no conoció fin hasta 1871, cuando la justicia falló en favor de los vecinos de Siruela.