[3] Se desconoce el autor de la imagen, que fue realizada a finales del siglo XV.
En sus manos, que presenta hacia delante, porta un cetro y un pájaro,[3] ambos de plata dorada.
[4] Sobre la túnica, el manto cubre los hombros y los brazos, envolviendo solo la pierna izquierda en la que está sentado el Niño Jesús y formando una serie de pliegues; la rodilla derecha, en cambio, queda insinuada por un gran pliegue de la túnica.
Cubriéndole la cabeza lleva una toca que además le cae sobre los hombros y parte de la espalda.
[3][4] La Virgen tiene un rostro ovalado, con unos ojos marrones, párpados superiores abultados, cejas delgadas y la mirada baja.
La toca deja parcialmente al descubierto su cabello; es de color castaño oscuro y dispuesto con una raya en el medio, que cae en los lados formando ondas y sobre los hombros agrupado en mechones rizados.
[3] Tanto el Niño como la Virgen llevan superpuestas sobre sus cabezas sendas coronas de plata dorada.
[4] La escultura representa a la Virgen María en posición sedente, con el Niño Jesús sentado sobre su rodilla izquierda con actitud de bendecir.
[10] Fue en este contexto en el que, según la tradición, la Virgen se le apareció al rey en un sueño, dándole ánimos y esperanza para culminar la empresa bélica contra los musulmanes.
[11] A los pocos días de este hecho, las tropas cristianas conquistaron finalmente Málaga.
Dos años después, en 1493, los Reyes Católicos la donaron mediante real cédula a los frailes mínimos,[12][10][13] y aquel se convertiría en el lugar del primer convento de la orden en España.
[15] Se desconoce el autor de la imagen, aunque los investigadores han propuesto diversos nombres.
[16] Según Agustín Clavijo García, la imagen podría haber sido realizada por algún escultor cercano a Lorenzo Mercadante de Bretaña, que estuvo activo a mediados del siglo XV en Sevilla.