[1] Se ha encontrado en muchas civilizaciones antiguas, por lo que es difícil discernir dónde y cuándo está el origen de este estrecho instrumento.
Las menciones al salpinx se han hallado con frecuencia en la literatura y arte de la Antigua Grecia.
Instrumentos similares fueron tañidos en Anatolia, Mesopotamia y Antiguo Egipto, aunque el salpinx está más estrechamente relacionado con la versión egipcia.
El salpinx, invención etrusca, respaldada por los griegos, es descrito por autores como Esquilo, Julio Pólux y Sófocles.
En la época clásica, el salpinx estaba constituido por un tubo largo y delgado con un taladro cilíndrico, que terminaba en un pabellón.
[9] El término glōtta es traducido clásicamente por «lengüeta», dispositivo con el que estaba equipado el aulos (una especie de oboe).
Andrew Barker, sin embargo, describe una posible excepción al uso utilitario, remitiéndose a Aristóteles: «... es por eso que todo el mundo, cuando participa en las jaranas, relaja la tensión de la aspiración al tocar el salpinx, a fin de que el sonido sea tan suave como sea posible».
[16][17] Se sugiere aquí que el salpinx pudo haber sido usado tanto en ocasiones festivas como militares.
[19] El salpinx forma parte de la Lost Sounds Orchestra,[20] junto con otros antiguos instrumentos, cuyos sonidos han sido recreadas por ASTRA, como el epigonión, el aulós, el barbitos y la siringa.