Entre los segundos están las flautas, oboes, clarinetes, saxofones y fagots.
Estas categorías tienen anomalías, como el saxofón, que está hecho de metal.
De todas formas, el material tiene poco efecto sobre el rendimiento del instrumento.
[2] Los instrumentos de viento madera se categorizan dependiendo de cómo hacen vibrar la columna de aire: mediante un bisel (flautas), mediante una lengüeta (clarinetes y saxofones), o mediante una doble lengüeta (oboe y fagot).
Por ejemplo, en los vientos metales, consiste en zumbar los labios dentro de la boquilla.