Revuelta de los Basmachí

[14]​ El Gobierno ruso excluyó a la población aborigen de los asuntos militares: no se les admitía en las milicias ni recibían instrucción militar.

[15]​ La Administración rusa se impuso a la tradicional del territorio: mientras que los jefes militares rusos tenían potestad para destituir a los cargos locales y gestionaban la política local, el sistema legislativo y administrativo antiguo apenas varió para los turquestanos.

[20]​ El fracaso del levantamiento agravó la crisis económica kirguís, cuya comunidad comenzó a sufrir hambre.

[21]​ La represión estatal, que contó con la colaboración de los colonos rusos, no logró, empero, acabar del todo con los rebeldes.

[32]​[33]​[nota 1]​ Paradójicamente, las escasas fuerzas del Gobierno musulmán, totalmente aniquiladas por los soviéticos, no habían estado formadas por uzbecos, sino por población persa, en general inmigrante y venida a la región para trabajar en la industria algodonera.

[37]​ Para la región, aislada de todo movimiento reformista, la toma por el poder por los bolcheviques supuso una revolución no solo política, sino también económica y social.

[48]​ El levantamiento acaeció además en un momento de gravísima crisis económica (en 1918 unos cuatrocientos mil trabajadores agrícolas estaban parados).

[48]​ En la primera consistían en bandas guerrilleras de unos doscientos hombres como mucho, muy disciplinadas sometidas a un jefe comarcal que realizaban incursiones y cabalgadas contra posiciones menores del enemigo.

[56]​ El hambre afectó principalmente a la población aborigen, si bien la crisis económica, debida tanto al aislamiento de la región como a las medidas nacionalizadoras del sóviet que desorganizaron la industria y el comercio, la sufrió también la población rusa.

[56]​ Los colonos del valle de Ferganá, opuestos a compartir su grano con la necesitada población kirguisa, se armaron y recibieron el reconocimiento del Gobierno soviético de Taskent, que los integró en sus fuerzas, pese a los desmanes que cometieron contra los aborígenes.

[60]​ Los restos de sus fuerzas se unieron a Madamin Bek, que devino en el principal jefe basmachí.

[52]​ Durante este tiempo, la autoridad comunista se limitaba a Taskent[28]​ y los rebeldes dominaban tanto las zonas rurales[56]​ como las ciudades menores.

[64]​ En la primavera de 1919 y principalmente por orden del Moscú, el Gobierno regional comunista comenzó a mostrarse más conciliador con los musulmanes.

[77]​ Los soviéticos formaron además unidades militares con soldados aborígenes y se suspendieron temporalmente las incursiones de la caballería.

[75]​ En octubre se permitió que resurgieran los tribunales islámicos, única concesión religiosa hasta mayo de 1922.

Los Basmachí se extendieron y multiplicaron pronto a lo largo de la mayor parte del Turquestán.

La división entre los rebeldes, la superioridad bélica soviética, y las políticas conciliadoras de los bolcheviques, disminuyeron notablemente el atractivo del movimiento basmachí y ello permitió al Ejército Rojo derrotar a los basmachí recalcitrantes liderados por el antiguo Emir de Bujará, que debió huir a Afganistán.

[88]​ Enver recobró la libertad gracias al emir, que finalmente le permitió unirse a sus fuerzas.

[88]​ Así, en noviembre la rebelión cobró impulso con la llegada de Enver Pachá, que intercedió entre los distintos grupos rebeldes para coordinarlos.

[85]​ Apelando al intenso sentimiento religioso del Turquestán, acaudilló unos veinte mil combatientes y se coligó con otros grupos menores.

En julio los soviéticos emprendieron una campaña para acabar con Enver Pachá, que logró eliminarlo a mediados de agosto.

[89]​ Moscú reaccionó enviando tropas selectas, por primera vez en parte musulmanas, y ofreciendo concesiones a los cabecillas basmachí.

[94]​[96]​ Los soviéticos combinaron las medidas liberales en religión, cultura y participación política con el redoblamiento de las operaciones militares.

[7]​ Las otras tribus (Badra-oglu, Karluk, Kungrat y Dürmen), se unieron a la rebelión con menos entusiasmo.

[49]​ Los basmachí se refugiaban en caso necesario en las altas montañas al este del río Pamir o en el vecino Afganistán, en especial a partir de 1923.

[101]​ El Gobierno soviético concedió además una amnistía entre mayo y junio de 1925 a la que se acogieron seiscientos rebeldes.

[94]​ Sin embargo, sucedieron algunas escaramuzas y ocasionales enfrentamientos en 1929 por el rechazo a la colectivización de la tierra ordenada por Stalin.

[109]​ Por su parte, Yunaid Kan reunió a unos cinco mil hombres que capturaron Krasnovodsk en mayo de 1931.

El gobierno soviético clausuró entonces muchas mezquitas, y las escuelas religiosas se convirtieron en museos antirreligiosos.

Los uzbekos que permanecieron practicando el islam fueron tomados como nacionalistas y a menudo objeto de encarcelamiento o ejecución.

El Turquestán ruso a principios del siglo XX .
Mohammed Alim Khan (1880-1944), último emir de Bujará . Foto tomada por Prokudin-Gorski en 1911.
Bandera de Turquestán.
Ibrahim Bek , uno de los principales jefes basmachí y señor de una de las tribus uzbecas lokai.
Bandera de la RSS de Uzbekistán .