Desde su juventud, Crespo Toral se interesó en el periodismo y la literatura, por lo cual, en 1881, fundó, junto con el Dr. Honorato Vázquez un periódico al que llamaron El Correo del Azuay donde Crespo publicó numerosos artículos sobre la política.
En 1883, el general de Veintimilla fue derrocado y el nuevo Presidente de Ecuador, el Dr. Luis Cordero Crespo, cuencano que estimaba a Crespo Toral lo designó diputado por la Provincia del Azuay.
Estos fueron: Remigio (1889), Elvira (1890), Cornelio (1891), Rosa Blanca (1893), José (1896), Rafael (1897), Filomena (1899), Panchita (1901), Emilio (1903) y Teodorin (1914).
[5] En 1888, con su poema América y España, Crespo Toral obtuvo la lira de oro y el primer premio en un certamen organizado por la Real Academia Española, de la cual Crespo fue miembro desde 1889.
[6] En 1889, año en el que publicó su libro Últimos pensamientos de Bolívar, viajó por Perú y Chile.
En el año 1893, junto con Honorato Vázquez y Miguel Moreno fundó la revista La Unión Literaria en Guayaquil, en la cual escribía bajo el seudónimo de Stein.
[9] Durante su gobierno, el general Eloy Alfaro, destacado político quien a pesar de ser contrario a las ideas conservadoras de Crespo Toral, lo nombró Diputado por la provincia del Azuay, hecho sucedido en el año 1898.
[13] En ese mismo año, su hija mayor, Elvira contrajo matrimonio con Gonzalo Cordero Dávila, hijo del prominente hombre político y expresidente Ecuatoriano, Don Luis Cordero Crespo, volviéndose Crespo Toral el consuegro de este ilustre personaje.
En 1910, al suceder un nuevo conflicto con Perú, el cual casi terminó en guerra, Crespo Toral calificó a 1910 como un "año terrible".
Algunos años más tarde, Crespo Toral sería el vicepresidente de esa gran institución bancaria.
En el acto solemne, intervino el Dr. Rafael María Arízaga, quien colocó sobre las sienes del Dr. Crespo Toral una áurea corona de laureles.
Por esta razón consideraba sus ensayos como una parte fundamental de su obra, y buscaría impulsarlo en Europa para lograr mayor difusión.
Crespo Toral gozó de una formación sólida en el mundo clásico greco-latino y, sin embargo, en la segunda mitad de su vida tuvo que vivir tanto la revolución liberal en Ecuador que cambiaría la vida política tradicional, como el advenimiento del realismo social de la literatura como una revolución cultural encabezado por Benjamín Carrión.
Por esta razón, Crespo Toral dedicaría varios ensayos a esta empresa mostrando su apoyo y aprecio, como sería en su revisión del libro titulado "Virgilio el poeta y su misión providencial" publicado en 1932, como uno de los tantos estudios del padre Pólit sobre dicho autor:[20]
Destacó no solo en la poesía sino también en la prosa, con sentidos ensayos de crítica literaria y análisis histórico.
Representó en variadas ocasiones ante el Congreso como Diputado y Senador, a su provincia.