Benjamín Carrión

Aunque se quedó huérfano de padre a los seis años, tuvo una infancia plenamente feliz.

Cursó el Bachillerato en Colegio Bernardo Valdivieso, en donde su profesor de matemática Adolfo Valarezo lo orientó hacia la cultura mientras su hermano Héctor Manuel le enseñaba literatura francesa y especialmente a los poetas modernistas Baudelaire y Rimbaud.

En 1914 comenzó a frecuentar las reuniones literarias que celebraba en su casa el Gobernador Pío Jaramillo Alvarado; con gente de su generación colaboró en el periódico “Vida Nueva” que dirigía Clodoveo Jaramillo Alvarado y tenía un marcado tinte modernista.

Este año colabora con la revista guayaquileña Juventud estudiosa, dirigida por Teodoro Alvarado Olea.

En tierra azteca, a más de cumplir sus funciones diplomáticas, en difíciles momentos para el Ecuador, sigue en su labor intelectual, publicando en 1934 el libro Atahualpa.

Entre 1941 y 1943, escribe Cartas al Ecuador, una serie de artículos publicados en diario El Día.

A su retorno, se desempeña en la cátedra universitaria, y para 1950 funda con Alfredo Pareja el diario El Sol, del cual es su director.

Entonces viene una etapa de fructífera creación literaria con obras como San Miguel de Unamuno (Quito, 1954); Santa Gabriela Mistral (Quito, 1956); García Moreno, el santo del patíbulo (México, 1959); Por qué Jesús no vuelve (Quito, 1963); El cuento de la Patria (Quito, 1967); Raíz y camino de nuestra cultura (Cuenca, 1970); José Carlos Mariátegui, el precursor, el anticipador, el suscitador (México, 1976), Plan del Ecuador (Guayaquil, 1977) y América dada al diablo (Caracas, 1981).

Etapa apenas interrumpida por su candidatura a la Vicepresidencia de la República, en binomio con el Dr. Antonio Parra Velasco, en 1960; y el reconocimiento a su labor, por parte del gobierno mexicano con el premio "Benito Juárez" en 1968.

En 1944, fundó la Casa de la Cultura Ecuatoriana y se convirtió en su primer presidente.

Concebir la Patria Nueva en grandeza moral y material, como el arquitecto delinea sus planos.

Tuvo en su presidencia, vicepresidencia, secretaría general y como miembros a escritores, historiadores y artistas importantes de ese país como: Aurelio Espinosa Pólit, César Dávila Andrade, Jorge Carrera Andrade, Jorge Enrique Adoum, José Rumazo, Pío Jaramillo Alvarado, Isaac J. Barrera, Osvaldo Guayasamín, Alfonso Rumazo, Plutarco Naranjo, Luis Bossano o Ángel Modesto Paredes.

Los miembros se dividían en siete secciones: derecho, filosofía, bellas artes, historia, biología, ciencias exactas e instituciones culturales asociadas.

[7]​ La promoción cultural no se limitó a lo estético ya que también se publicó el Boletín de Informaciones Científicas Nacionales (BICN) que difundía la cultura en ese país, pero en un sentido más amplio, incluyendo a las ciencias naturales, dentro de los que destacaron números dedicados a Henri Poincaré, o un recuento histórico de la medicina en Ecuador por su aniversario número trescientos.

Ha albergado también al Museo Nacional del Ecuador, con un rol similar donde se puede encontrar una colección importante de arqueología y arte virreinal.

[11]​ La similitud entre Vasconcelos y Carrión por sus carreras paralelas fueron exploradas en el libro "De Atahualpa a Cuahutémoc".

Su primera edición fue publicada en Madrid en 1930 con un prólogo de Ramón Gómez de la Serna y trató sobre varios autores, la mayoría dedicados a la literatura como Teresa de la Parra, Pablo Palacio, Jaime Torres Bodet, Emilio Lascano Tegui, Carlos Sabat Ercasty, y terminó con un ensayo sobre la obra José Carlos Mariátegui.

Ahí se muestra Carrión como un autor cuya crítica presentaba integralmente tanto a las obras de los escritores, el contexto histórico político y las distintas tendencias estéticas relevantes de ese momento.

En su ensayo sobre Mariátegui, Carrión habla sobre la relación entre Europa y América buscando rechazar las posturas que al afirmar el continente Americano lo hacían contraponiéndolo a Europa, algo que a su juicio estaba errado.

En este sentido, era Mariátegui el autor clave para ser un puente entre los dos continentes y dar una tradición más rica a los escritos que estaban surgiendo en América en ese momento.

Por su parte, Carrión intentó a través del último Inca, Atahualpa (secundario al ser usurpador del trono), dar un origen nobiliario a Ecuador al vincularlo con la casa real incaica.

[14]​ Además de todo esto, el libro también fue un ejercicio de literatura nacionalista (comprometida) durante el conflicto limítrofe con Perú puesto que la guerra entre Atahualpa y Huáscar simbolizaban la guerra entre Ecuador y Perú.

Anteriormente se habían escrito ensayos con similares características dirigidos al país en general por Fray Vicente Solano, tituladas Cartas Ecuatorianas, igualmente en una situación crítica de Ecuador durante las guerras de independencia contra la monarquía española,[17]​ así como por Vicente Rocafuerte titulados A la Nación, durante los primeros años de vida republicana.

Empieza con un ensayo titulado San Miguel de Unamuno, que le da el título a la publicación, y que contiene tres meditaciones (palabra que hace referencia a los escritos de Ortega del que Carrión se consideraba admirador) sobre autores de España como Antonio Machado, Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna y García Lorca.

[20]​ Este ensayo, popularizó la concepción que tenía Unamuno sobre los escritos de Juan Montalvo, donde más allá de la forma, las citas eruditas o el estilo, lo que valoraba era la invectiva.

Este libro, es un complemento de San Miguel de Unamuno ya que mientras el primero trata sobre un filósofo, un hombre y España, este en cambio trata sobre la poesía, una mujer y América.

[21]​ Es una biografía satírica, enmarcada dentro de los escritos sobre dictadores que existen en América Latina.

Su biografía es al mismo tiempo documentada y polémica porque busca satirizar a García Moreno, manteniendo viva la larga tradición de polemistas en las letras de Ecuador que incluye a Espejo, Solano y sobre todo Montalvo, a quien imitó al escribir contra García Moreno.

La residencia de Carrión fue convertida en el actual Centro Cultural Benjamín Carrión .
Estatua de Benjamín Carrión en el centro de México, jugando ajedrez, un pasatiempo que cultivó a lo largo de su vida.
Benjamín Carrión , busto de César Bravomalo. Palacio Benjamín Carrión de la CCE (Quito).
Benjamin Carrión como diplomático con Dr. Roscoe Hill, Mrs. Carrion y Dr. Grover.
Casa de la Cultura Ecuatoriana, fundada durante la década de los cuarenta.
Edificio principal de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito, alberga las oficinas de la entidad, algunos auditorios y pequeñas salas de exposición.
Teatro Nacional Benjamín Carrión en Loja
Primera Bienal de Quito en 1968, organizada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana . De izquierda a derecha: Carlos Villasís Endara , Fernando Tinajero , Benjamín Carrión, Otto Arosemena ( Presidente )
Telegrama de Gabriela Mistral a Benjamín Carrión pidiendo que cambie el título del libro.
García Moreno, presidente de Ecuador a quien Carrión dedicó una biografía en tres tomos.
Índice de la poesía ecuatoriana contemporánea por Benjamín Carrión