En el seminario de San Luis, que fue fundado en 1594 también se empezó a difundir las obras suarecianas gracias al padre Ignacio de Arbieto y del padre Juan Perlín que después enseñaría en Alcalá, Madrid y Colonia.[3] Sobre el padre Arbieto es importante destacar que según el estudio de la filosofía en Quito Colonial de Samuel Guerra, fue "un apasionado discípulo del eximio doctor Padre Francisco Suarez, cuyas obras tenía sumadas y asi tan impromptu, todas sus opiniones, como quien las había escrito".Por otro lado el Padre Perlín[4] pasó de enseñar filosofía en Lima, Cuzco y Quito, a hacerlo en España, según deseo de Suárez para que tome la cátedra en Alcalá, Madrid y Colonia.Aquí la teología que empezó a tomar preferencia fue de Antonio Rubio y se seguía su Cursus físicamente, evitando escribir, lo que explica la escasez de libros en la primera mitad del siglo XVII.La filosofía se encontraba ante un desafío doble: por un lado incorporar los nuevos desarrollos científicos desde la física de Newton, ideas que habían cobrado especial relevancia desde la Misión Geodésica, y por otro lado incluir los nuevos desarrollos filosóficos especialmente realizados por Descartes y Spinoza.En su física trata temas como la geodesia desde su perspectiva como habitante de un territorio situado en el ecuador terrestre (en esa época ese país aun no adoptaba ese nombre, lo que corresponde a un antecedente importante) y las distintas teorías cosmológicas, donde desarrolla un análisis del sistema de Copérnico frente al Ptolemáico.[3] Es importante notar que la forma de realizar filosofía se mantenía con las clásicas disputaciones escolásticas en donde se discutía a autores anteriores, refutando las anteriores posiciones y terminando con una posición propia del autor que era finalmente defendida.La ilustración en Ecuador y los demás países hispanoamericanos se caracterizó por ser una ilustración católica, a diferencia de las otras versiones de otros países como Francia donde el ateísmo y el deísmo fueron más comunes.En cuanto a lo metafísico, su enfoque fue más bien hacia la ciencia, antes que desarrollar su propio sistema filosófico.Como teólogo buscó difundir los nuevos descubrimientos científicos, similar al trabajo hecho antes por Benito Jerónimo Feijoo con su Teatro Crítico Universal.Estos empezaron a cobrar importancia por la época convulsa que significó las guerras de independencia en Ecuador.Es notable leer a Rocafuerte en sus ensayos políticos[11], donde admitía que dada la circunstancia, no es posible desarrollar grandes teorías sino más bien optar por una mayor rapidez y difusión de nuevas ideas que eran necesarias para la naciente república.[13] Peralta creó un sistema filosófico propio que no se basaba exclusivamente en Krause sino además en Cousin, Tiberghien, Reinach y Janet, y tenía como objetivo armonizar el idealismo con el materialismo.Desarrolló la ontología de su sistema filosófico en el libro titulado "Teorías del universo", algo que complementaría con su escrito "La naturaleza ante la teología y la ciencia".[15] En Ecuador, el romanticismo se desarrollaría al mismo tiempo que el idealismo y tendría sus raices en la literatura en su etapa inicial y que después se desarrollarían alejándose de la ficción tomando como protagonismo los ensayos.Lo más destacado en este sentido corresponde a su ensayo "De los animales" donde hace una distinción entre inteligencia y alma.Además de esto su obra más filosófica se encuentra en sus ocho ensayos distribuidos en los Siete Tratados y la Geometría Moral.De este grupo, es importante destacar a autores como Belisario Quevedo, Ángel Modesto Paredes y Luis Bossano[19].Más adelante Modesto Paredes y Bossano desarrollarían esta filosofía de manera más profunda buscando conciliar al mismo tiempo una ontología positivista con una ética socialista para de esta forma concebir la sociedad ecuatoriana y proyectarla hacia el futuro.Para ello desarrolló seis condiciones en las que se basaría la "Razón universitaria" en los ámbitos crítico, dialéctico, práctico y político.Sus esfuerzos continuarían el trabajo empezado por Belisario Quevedo, y publicaría un libro destinado a ser manual pedagógico sobre la "Historia del Ecuador".[20][21] El influjo de Spencer fue evolucionando y en la segunda mitad del siglo XX la filosofía en Ecuador pasó a convertirse en marxismo.Su trabajo fue realizado en México y la influencia que tuvieron estos autores en el resto de América Latina fue notable.En la etapa republicana, el desarrollo del derecho en este país daría un avance importante gracias al trabajo de Juan Larrea Holguín.Si bien esto se puede apreciar ya en los escritos del poeta y cuentista César Dávila Andrade, sería a través de Marco Vinicio Rueda que cobraría fuerza.