[2] Para mejorar la selectividad (es decir, la capacidad de distinguir frecuencias muy próximas) del circuito resonador, es posible añadir una segunda bobina (ligada por inducción a la primera) en paralelo al condensador.
Hoy en día todavía se venden como dispositivos educativos, y hay grupos de entusiastas dedicados a su construcción casera[17][18][19][20][21][22] que organizan competiciones en las que comparan las prestaciones de sus diseños.
A principios del siglo XX, varios investigadores descubrieron que ciertos minerales metálicos, tales como la galena, podían utilizarse para detectar las señales de radio.
En 1922, el (entonces llamado) US Bureau of Standards lanzó una publicación titulada Construcción y Operación de un Radio Receptor Sencillo Fabricado en Casa.
El montaje descrito en este manual todavía es construido con frecuencia hoy en día por los entusiastas de la electrónica casera.
A comienzos del siglo XX, la radio tuvo poco uso comercial, y la experimentación con las ondas era un hobby para muchos aficionados.
Después de los primeros experimentos, Losev construyó receptores regenerativos y superheterodinos, e incluso transmisores.
Sin embargo, este descubrimiento no fue apoyado por las autoridades y se olvidó rápidamente: ningún dispositivo fue producido en cantidades masivas más allá de unos pocos ejemplares para la investigación.
Radios de cristales minerales han sido improvisadas utilizando detectores hechos con clavos oxidados, monedas corroídas, y muchos otros objetos comunes.
[5] Señales en la antena tan débiles como 50 picowatios pueden ser escuchadas en dispositivos de galena modernos.
[42] Que estos receptores puedan funcionar con señales tan débiles sin utilizar amplificación en gran parte se debe a la gran sensibilidad del oído humano,[5][43] capaz de detectar sonidos con una intensidad de tan solo 10-16 W / cm².
[53][54] Sin embargo, a menudo son más utilizadas longitudes aleatorias de alambre colgando por las ventanas.
[74][75][76] Alternativamente, un interruptor de múltiples posiciones se utilizaba para seleccionar determinadas emisoras en la bobina.
Estos controles se ajustaban manualmente hasta conseguir el sonido más nítido en los auriculares de la estación deseada.
[94] La chispa en los contactos eléctricos del zumbador sirve como una fuente débil de estática, por lo que cuando el detector comienza a trabajar, la estática se puede oír en los auriculares, el zumbador se apaga a continuación, y la radio ya se puede sintonizar en la frecuencia de la emisora deseada.
[105] En los primitivos aparatos de construcción casera, los auriculares eran el componente más caro.
Esto modificaba la fuerza de atracción sobre el diafragma, haciendo que vibrase.
[107][108][109] Dispositivos modernos utilizan auriculares piezoeléctricos, que son mucho más sensibles y también de menor tamaño.
[105] Se componen de un cristal piezoeléctrico con unos electrodos colocados en cada lado, pegado a un diafragma ligero.
[38] Son raros los modelos que reciben la banda de onda corta, porque se requieren señales muy fuertes.
La finalidad de este proyecto sería poner en práctica nuestros conocimientos adquiridos durante el año sobre modulación y antenas.
Este no debe dar más de una vuelta y para mantenerlo en su lugar se utilizara la cinta.
Luego se coloca otra franja de papel aluminio del mismo grosor en la hoja.
En este caso no se utilizara cinta ya que la hoja deberá poder desplazarse.
Luego de dar aproximadamente 10 vueltas pegamos con cinta esta parte del bobinado al rollo.
Opcionalmente cada 20 vueltas realizamos un “rulito” por si quisiéramos cambiar la inductancia del bobinado.
Al llegar a las vueltas calculadas fijamos toda la bobina con cinta de papel.
Una vez que tenemos todos los componentes armados podemos proceder a la interconexion final de la radio galena.
Esta debe ser hecha con cable unifilar, cuidando de que no se toquen las conexiones.
Se hizo un esfuerzo considerable para convertir este voltaje de corriente continua en energía sonora.