Un auricular[1] (también conocido como audífono en América;[2] generalmente se usa uno en cada oído, por lo que es frecuente emplear el nombre en plural: auriculares, audífonos o también cascos[3]) es un transductor que recibe una señal eléctrica originada desde una fuente electrónica (como por ejemplo una radio, sintoamplificador o reproductor de audio) y que por su diseño permite colocar cerca de los oídos unos altavoces para generar ondas sonoras audibles.
A la empresa llamada Beyerdynamic se le atribuye oficialmente el invento, a finales de los años 1930, y como la primera empresa en vender auriculares al público en general: modelo DT48 en 1937.
Se trata del rango de sonidos que pueden desplegar los auriculares.
Cuanto más grande sea el rango mejor, así se logra mayor sensibilidad en graves y agudos.
Se recomienda no exceder los 110 dB en el empleo habitual para evitar problemas de oído.
Para recrear un efecto similar con auriculares se utiliza la holofonía, sistema de audio que recrea casi a la perfección cualquier ambiente sonoro.
Las grabaciones binaurales (las utilizadas para la holofonía) precisamente sirven para eso; sin embargo, por las razones antes mencionadas, son poco comunes en el cine y en la música.
Esto conduce a la aparición del dolor normal asociado a niveles más altos de volúmenes, y los períodos prolongados del volumen excesivamente ruidosos son extremadamente perjudiciales.También entre los daños que se dan por el abuso del auriculares a nivel alto, se encuentra el tinnitus.
Sin embargo, esto es falso, puesto que los daños se producen en el oído interno, no en el externo.
En estos últimos años, el interés se ha vuelto a centrar netamente en la protección de la audición, y las compañías han respondido.