Un delgado alambre (que podría estar sujeto a un brazo metálico) está conectado al resto del circuito mientras que uno de sus extremos hace contacto en un mineral semiconductor el cual también está conectado de alguna forma a otra parte del circuito.
Se emplea un cristal mineral natural de propiedades semiconductoras, comúnmente galena; sin embargo puede prepararse artificialmente agregando azufre en plomo derretido, obteniéndose un mineral aunque no del todo cristalino.
También pueden emplearse otros minerales como la pirita, silicio vítreo y carborundum.
El cristal debe montarse en un soporte metálico (y no soldarse para evitar dañarlo) previamente conectado a una parte del circuito y con una cara expuesta a fin de hacer contacto con el "bigote" metálico.
Estos detectores eran a menudo inestables y posteriormente fueron sustituidos por la válvula termoiónica y éstas luego fueron reemplazadas por los diodos de cristal en los circuitos de radio.