En su centro se encuentra una fuente monumental dedicada a Miguel de Cervantes.
[a] Con una superficie de unos 36 900 m², se encuentra entre las mayores plazas del país.
Carlos III compró para los frailes del antiguo convento de San Gil, situados entonces al lado del Palacio Real, un área para construir el convento de Gilitos, al que deberían trasladarse.
La obra se realizó según planos del arquitecto Manuel Martín Rodríguez, pero nunca llegó a ser habitado por los monjes.
Se tiene constancia de que se utilizaron las zonas ajardinadas para instalar cañones y piezas de artillería compradas por el Gobierno republicano a la Unión Soviética, usados previamente en la Primera Guerra Mundial.
Estos edificios fueron derribados en 2016 y en su lugar se levantó un hotel de 5 estrellas.
Igualmente, la Torre Madrid y el Edificio España inauguraron centros hoteleros en sus instalaciones durante estos años, lo cual comenzó a dar un nuevo enfoque al paisaje urbano de la plaza.
Construido entre 1954 y 1957, su altura alcanza los 142 metros, siendo visible, por ejemplo, desde el Palacio Real.
En sus orígenes, el proyecto de los Otamendi contempló que el edificio albergara aproximadamente 500 tiendas, así como espaciosas galerías, un hotel, e incluso un cine.
Fue construido en 1953 y ocupa el octavo puesto de los edificios madrileños más altos.
Inicialmente, las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza estaban situadas, aproximadamente, en lo que era el centro del estanque, ya que este se realizó posteriormente.
El autor del proyecto fue el arquitecto y escultor Rafael Martínez Zapatero, quién contó con la colaboración de Pedro Muguruza Otaño.
Aludiendo a la universalidad del Quijote, el monumento también contempla los cinco continentes, todos ellos leyendo la obra de Cervantes.
A pocos metros del museo, se halla el Templo de Debod, un monumento funerario de origen egipcio que se trasladó a Madrid en 1970.