Con la firma en 1934 de la Ley Salmón para reactivar el mercado inmobiliario, la Compañía Urbanizadora Metropolitana decide adaptarse a los nuevos tiempos como inmobiliaria: se crea una sociedad hermana denominada Compañía Inmobiliaria Metropolitana y se diseñan nuevos proyectos de viviendas para la Avenida Reina Victoria de Madrid y sus aledaños.
En los bajos se abrió un centro comercial con tiendas de lujo conocido como «Los Sótanos», que mantuvo actividad hasta los años 80.
Siguiendo el estilo americano de pequeña ciudad autosuficiente, buscó incluir pasajes comerciales, hoteles, apartamentos, oficinas, restaurantes y una piscina en la azotea.
En 1973, la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, tras un acuerdo con El Corte Inglés, inicia la construcción entre las calles Princesa y Alberto Aguilera de Madrid de un conjunto que incluirá hotel, oficinas y aparcamientos, inaugurado en 1976.
A mediados de la década, comienzan los contactos para la fusión entre Vacesa y la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, que se concretará finalmente en 1989.
Vacesa levanta en 1982 el edificio Sollube en la Plaza Carlos Trías Bertrán de Madrid.
[3] A su lado, Compañía Inmobiliaria Metropolitana construye un edificio que venderá posteriormente al grupo hotelero Holiday Inn.
Metrovacesa mantiene el interés por la adquisición y urbanización del suelo a la vez que define su proyecto de inversión en nuevos campos como los centros comerciales, parques empresariales e industriales, aparcamientos y la rehabilitación de edificios céntricos.
En estos años sale a escena un nuevo enfoque totalmente renovado en el sector de la promoción residencial.