Peso Moneda Nacional

La larga y constante inflación argentina llevó los precios a tal grado que se debió cambiar de moneda al no entrar en las calculadoras de la época las cifras a calcular.Llegado Julio Argentino Roca a la presidencia tras la federalización de la Ciudad de Buenos Aires, el poder ejecutivo procuró reemplazar el peso corriente provincial por una moneda nacional.A comienzos de 1885, una corrida sobre los depósitos en oro del Banco Nacional forzó al gobierno a suspender la convertibilidad entre el peso papel y el peso oro.En 1887, con la sanción de la Ley 2.216 de Bancos Nacionales Garantidos, se dispuso que los bancos provinciales y privados pudieran emitir billetes garantizados con fondos públicos nacionales.Cada entidad bancaria debió depositar previamente el valor en oro de los Fondos Públicos que respaldaron estas emisiones, controladas por una oficina inspectora.A partir de 1899 con la Ley 3.871 se estableció nuevamente la convertibilidad con el peso oro, pero con una relación menor, establecida por una paridad de $1 oro igual a m$n 2.27.Esta convertibilidad duró hasta 1914 (al comenzar la Primera Guerra Mundial).En 1927, se restableció la convertibilidad con la misma relación, durando solo dos años, hasta 1929.Esta serie fue respaldada originalmente por oro, pero en 1885 se aprobó una ley que impedía cualquier convertibilidad del papel moneda.[3]​ En esta sección se detallan los billetes emitidos por el Banco Nacional entre 1881 y 1890.Se decidió hacer un diseño exclusivo, llamado "Efigie del Progreso".[4]​ En 1942, el Banco Central decide emitir sus primeros billetes propios, con un diseño más moderno y seguro, abandonando la clásica Efigie del Progreso.En este periodo se crean el Patacón y el Argentino de oro.Se acuñaron varias emisiones de monedas con diferentes motivos conmemorativos.
Billete de 10 centavos del Banco Nacional, 1884.
Billete de 20 centavos del Banco Nacional, 1884.