Combatió en las tres guerras carlistas en el bando legitimista, rechazando acogerse a cualquier indulto u oferta del gobierno liberal.[2] A los trece años abandonó la carrera eclesiástica y entró como voluntario en las fuerzas al mando del general Quílez.[3] El año 1848 entró nuevamente a las órdenes de Cabrera, que le nombró Comandante general del Bajo Aragón y luchó en la segunda guerra carlista.Entró en Molina de Aragón, recibiendo una descarga cerrada que le hizo catorce agujeros en la levita.[3] Habiéndose retirado ya los demás comandantes generales de Aragón y Maestrazgo, no tuvo más remedio que pasar el Ebro y reunirse con la fuerza que tenía al general Cabrera.[4] Entró en Daroca, población fortificada, cogiendo 400 prisioneros con el jefe, coronel Sancho, y 200 caballos.[4] En Cataluña pasó los días más tristes de su vida, viendo que no podía procurarse ni siquiera pan para su fuerza.Pasó la frontera, pero le cogieron, internándole en Orleans; y apenas llegado a dicho punto tuvo noticia de que Boet, faltando a lo pactado, intentando pasar al Norte, era arrollado hacia Francia con toda la fuerza.
Entrada de tropas al mando de Gamundi en
Cariñena
y saqueo de las casas