Este cuerpo, por las dificultades económicas y organizativas del momento, fue solo un grupo pequeño y mal pertrechado que tuvo un papel destacado en los caminos cercanos a la Ciudad de México.
Durante la guerra de intervención francesa y el Segundo Imperio Mexicano fueron federalizados junto con diversas Guardias Nacionales e incorporados a los cuerpos de ejército que se formaron.
Luego de terminada la guerra, los presidentes Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz dieron un gran impulso al cuerpo, que en 1889 contaba con 2,000 efectivos permanentes.
El número de su respectiva unidad aparecía en plata tanto en los sombreros como en las cananas cruzadas.
El uniforme gris y plata, la frecuente participación de los rurales en desfiles militares y su reputación en general, atrajeron la atención de viajeros extranjeros que visitaron México durante el Porfiriato.
[7] Fueron descritos como "los policías más pintorescos del mundo" y "principalmente bandidos".
Todos los cuerpos estaban dispersos por el país realizando movimientos volantes, ya que solo se estacionaban en una zona cuando la urgencia de sus servicios los acreditaba.
Los voluntarios que los forman deben tener entre dieciocho a cincuenta años, comprometiéndose a cumplir siempre que sean llamados al servicio por un período de tres años.
Con los pelotones se organizarán Secciones y con éstas, Compañías o Escuadrones de una misma Arma.
Como lo dispone la legislación militar vigente, las Defensas Rurales podrán solicitar del Gobierno Federal el suministro de armas y municiones que requieran para el adecuado desempeño de sus actividades.
El trámite se realiza a través del jefe de operaciones, y se debe informar al presidente municipal respectivo, en términos del reglamento que da vida jurídica a estos cuerpos.
Los ordenamientos militares las responsabilizan de los recursos materiales que se les asignen.
A la comunidad donde se ubiquen estos cuerpos, le corresponde proveer la instalación propia para su asentamiento y depósito de armas, así como de los demás recursos que le sean asignados por el Ejército Mexicano.