Antonio Oliver y Rubio
[1] Ingresó en el ejército en 1859, siendo en 1868 capitán de estado mayor y, al ser destronada doña Isabel II, solicitó su licencia absoluta.A fines del mismo año fue nombrado jefe de Estado Mayor del ejército de Dorregaray, entrando de nuevo en operaciones en 1873, distinguiéndose en las acciones de Monreal, Yauci, Peñacerrada, Eraul, Irurzun, Montejurra, Somorrostro, San Pedro Abanto, Abárzuza y Monte San Juan, llegando a obtener el grado de general, la gran cruz roja del Mérito Militar y varias otras recompensas.Se distinguió valerosamente en las acciones de Cervera del Maestre, Lucena y Monlleó.[2] Acabada la guerra, emigró a Francia, y en 1876 publicó en Bayona la obra titulada Dorregaray y la traición del Centro, apuntes para la historia de la última guerra civil.En ella no se contentaba con vindicar la conducta de este general y la suya, sino que sus correligionarios dijeron que se excedía en sus afirmaciones y en los juicios que emitía sobre elevadas personalidades del carlismo.