La Orden de los Cartujos (en francés Ordre des Chartreux y en latín Ordo Cartusiensis, abreviado «O.Cart.») es una orden contemplativa de la Iglesia católica, fundada por San Bruno y San Hugo en el año 1084.Cada cartuja está gobernada por un prior elegido por los padres y hermanos del monasterio.Otro cargo importante es el maestro de novicios, que lleva su dirección espiritual y comprueba su aptitud.En el aspecto financiero, los cartujos se mantienen con donaciones y trabajos de los monjes.Cada dos años se celebra un capítulo general en la Gran Cartuja, al que asisten todos los priores y representantes de los hermanos.Suelen durar dos semanas y revisan el desarrollo de la orden en todos sus aspectos.Disponer de espacio les permite tanto el aislamiento como la unión para lograr llevar a cabo su carisma contemplativo.El monje asiste diariamente a los oficios: maitines, laudes, prima, tercia, sexta, nona, vísperas y completas.Pero, en algunas cartujas, solo trabajan 4 horas, pudiendo así consagrar más tiempo a la oración.El resto del año tienen dos comidas diarias, una a media mañana y otra por la tarde.Por eso, la palabra se utiliza solamente en el canto o en lo estrictamente necesario para llevar a cabo las tareas cotidianas.Una vez al año, toda la comunidad disfruta del llamado «gran paseo», que dura siete horas.Cualquiera que se sienta atraído por la vida cartujana, puede hacer una experiencia para comprobar su vocación: para ello debe contactar con el prior de una cartuja.La aptitud para la orden cartujana se determina, no solo por la espiritualidad del candidato, sino también por su salud y equilibrio mental.En el siglo XIII se alcanzó el máximo de monasterios femeninos, con 7 casas y 2 afiliadas.En 1794 habían desaparecido todos, hasta 1822, fecha en la que se volvió a abrir uno en Francia.