Tercia (liturgia)

Junto a Prima, Sexta, Nona y Completas forma parte de las llamadas "horas menores".

El día estaba dividido en 12 horas desde el amanecer al atardecer y la hora tercia varía entre las 9 de la mañana aproximadamente en invierno y las 7 de la mañana en verano.

Tertuliano, alrededor del año 200 recomienda, además de las oraciones matutinas y vespertinas obligatorias el uso de la hora tercera, sexta y novena hora del día para la oración personal.

Clemente de Alejandría y Tertuliano se refieren solo a la oración privada en esas tres horas al igual que Hipólito de Roma.

A partir del siglo IV se convertirán en una práctica frecuente al menos entre los clérigos.